Según publica FiercePharma [1], GSK presentó un amicus brief en defensa de las patentes amplias de Amgen, argumentando que la invalidación de sus patentes sobre PCSK4 erosionarían los incentivos que tiene la industria para invertir en I+D. En 2017, AbbVie favoreció el argumento de Amgen, y Bristol Myers Squibb y Merck lo hicieron en marzo de 2020.
El equipo legal de Sanofi, por su parte, ha argumentado que si se mantienen las reclamaciones de patente de Amgen, otras compañías podrían proteger a clases enteras de medicamentos. Varias empresas de las grandes empresas innovadoras han respaldado ese argumento en sus propios amicus briefs. En 2017, Pfizer, Eli Lilly e Ipsen instaron al tribunal a fallar a favor de Sanofi y Regeneron.
La lucha por las patentes se remonta a 2014, cuando Amgen demandó a Sanofi por una presunta infracción. Después de un juicio en marzo de 2016, un jurado inicialmente favoreció a Amgen, lo que obligó a Sanofi y a su socio Regeneron a retirar a su PCSK9, Praluent, del mercado de EE UU. Esa orden judicial fue temporal, pero llegó en el momento crucial del lanzamiento del medicamento.
Más tarde, la corte federal de apelaciones encontró errores de procedimiento y se celebró otro juicio. Un jurado confirmó ciertas patentes de Amgen y descartó otras. Amgen exigió una orden judicial para mantener a Praluent fuera del mercado, mientras que Sanofi y Regeneron pidieron a un juez de primera instancia que revocara el veredicto del jurado. El juez se puso del lado de Sanofi y Regeneron. A principios de este año, la Corte de Apelaciones del Circuito Federal de EE UU consideró inválidas varias de las reclamaciones de patentes de Amgen.
La Corte de Apelaciones de EE UU del Circuito Federal decidirá si vuelve a escuchar el caso o no. Si opta por no volver a escuchar el caso, Amgen podría llevar el asunto a la Corte Suprema, pero no es seguro que acepte revisar el caso. Si Amgen fracasa, la decisión de febrero se convierte en un precedente, dijo el experto en derecho de patentes.
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