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Las Vacunas

Escepticismo sobre la administración generalizada de refuerzos de la vacuna covid. El Dr. Paul Offit, asesor de la FDA, explica por qué dice que la mayoría de la gente no necesita el refuerzo, incluso con Omicron

(A Skeptic’s Case Against Boosting Everyone FDA advisor Dr. Paul Offit on why he says another shot for most people is unnecessary, even with Omicron)
James D. Walsh
Intelligencer, 15 de diciembre de 2022
https://nymag.com/intelligencer/2021/12/omicron-dr-paul-offit-is-skeptical-of-boosters-for-all.html
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Prescripción, Farmacia y Utilización 2022; 25(3)

Tags: pandemia, variable delta, variable ómicron, eludir las vacunas, Offit, riesgo de covid grave, ARNm, células de memoria inmunológica, las células T, anticuerpos neutralizantes

El 29 de noviembre, pocos días después de que los científicos sudafricanos publicaran su primer informe sobre la variante Ómicron, los CDC pidieron que todos los adultos recibieran una dosis de refuerzo de las vacunas contra la covid. La decisión se basó en los primeros datos disponibles sobre Ómicron, que permitían visualizar la capacidad de la variante para debilitar la protección que confieren las vacunas y la infección previa, lo que acarrearía mayor transmisibilidad.

Pero no todos estuvieron de acuerdo. El Dr. Paul Offit, profesor de pediatría del Hospital Infantil de Filadelfia y miembro del comité asesor de vacunas de la FDA, no apoyó la idea de generalizar la administración de refuerzos en las reuniones del comité que se celebraron en septiembre y octubre, cuando la agencia autorizó los refuerzos para todos los adultos. El mismo día en que los CDC confirmaron su recomendación, Offit aparecía como coautor de un artículo de opinión publicado en el Washington Post con dos ex altos funcionarios de la oficina de investigación de vacunas de la FDA que, al parecer, dimitieron en otoño de 2021, en parte por su oposición a que la FDA autorizara refuerzos para todos. El trío escribió que estaba a favor de los refuerzos para las personas en alto riesgo de padecer la enfermedad grave y para las que pudieran que están en contacto habitual con los más vulnerables, pero expuso un argumento en contra de los refuerzos para todos, escribiendo que el uso de los refuerzos interfería con las campañas de vacunación y que las vacunas seguían siendo extraordinariamente eficaces, incluso contra la variable Ómicron, que estaba empezando a surgir. Intelligencer se puso en contacto con Offit para preguntarle por los últimos datos sobre Ómicron y las vacunas.

Usted ha manifestado su oposición a la idea de que los refuerzos de las vacunas ofrecezcan una salida a la pandemia. ¿Los últimos datos sobre Omicron han cambiado su opinión?
La evidencia disponible indica que dos dosis de una vacuna de ARNm – todos los datos los tiene obviamente Pfizer – protegen contra la enfermedad grave, es decir, el tipo de enfermedad que te hace ir a la consulta médica, al hospital o a la UCI. Y eso es lo que cabría esperar, dado lo que hemos visto con las otras variantes. La protección contra las enfermedades graves está mediada por las células de memoria inmunológica, las células T. Aunque las proteínas del pico del virus se desplazan y mutan, las células T se conservan. Así que estamos viendo exactamente lo que se esperaría.

Creo que lo que es diferente con Ómicron es que el vacunado está tan bien protegido contra la enfermedad leve. Así que la pregunta es: ¿Qué obtienes con el refuerzo? Te otorga una mejor protección contra las enfermedades leves. Pero entonces la pregunta es: ¿Por cuánto tiempo? A diferencia de la protección contra las enfermedades graves, que está mediada por células de memoria de larga duración, la protección contra las enfermedades leves está mediada por anticuerpos neutralizantes, que no son tan longevos.

Entonces, ¿por qué hay tanta gente que insiste en recomendar o exigir refuerzos para todo el mundo?
Creo que donde nos sedujeron fue con los ensayos de fase III de hace un año. Cuando Pfizer y Moderna realizaron esos ensayos de fase III, descubrieron que la protección contra la enfermedad leve era del 95%. Eso es alto. La razón por la que era alta es porque se trataba de ensayos de tres meses, por lo que todos los participantes habían recibido recientemente sus segundas dosis. Eso no iba a durar. La gente empezó a hablar de refuerzos cuando vieron que la inmunidad iba disminuyendo, aunque era lo que se esperaba: se desvanecía la inmunidad contra las enfermedades leves o las infecciones asintomáticas, pero la protección contra las enfermedades graves se mantenía.

No me opongo a las dosis de refuerzo. Lo que creo que tenemos que dejar más claro es por qué estamos administrándolas. No cabe duda de que es útil reforzar a las personas mayores o a las que viven en centros de atención a largo plazo. La cuestión es que si decimos que las personas jóvenes y sanas necesitan una dosis de refuerzo, como acabamos de hacer, creo que debemos explicar al público estadounidense que mayoritariamente estamos obteniendo prevención contra una enfermedad leve, y que podría no ser duradera. Con toda probabilidad, incluso después de una tercera dosis, los anticuerpos acabarán desapareciendo.

Domo ya he dicho, la pregunta es ¿durante cuánto tiempo? Creo que hemos confundido a la gente sobre lo que significa estar totalmente vacunado. Por un lado, los CDC recomiendan una dosis de refuerzo para todos los mayores de 18 años, lo que fue rechazado dos veces por el comité asesor de vacunas de la FDA y por el comité asesor de los CDC y, por otro lado, los institutos de investigación, las universidades, los colegios y los hospitales tienen ahora la obligación de aplicar tres dosis, mientras que otros tienen la obligación de aplicar dos dosis. Hemos confundido a la gente.

Cualquier reducción de la protección contra las enfermedades leves, extrapolada a toda la población ¿no sería muy gravosa para nuestro sistema hospitalario?
Lo que es una carga para el sistema hospitalario es la gente que no está vacunada. Acabo de hacer una rotación de una semana en el Hospital Infantil de Filadelfia y estuve rotando por la sala de covid. Durante la semana que estuve en el servicio, lo que tenían en común los 17 o 18 niños que admitimos -la mayoría de los cuales tenían más de 5 años, muchos más de 12, un puñado de los cuales fueron a la UCI- era que ninguno de ellos estaba vacunado. Tampoco lo estaban sus padres y hermanos. ¡Ese es el problema! Podríamos hablar infinitamente de las dosis de refuerzo, o de los anticuerpos monoclonales, o de los antivirales, pero tenemos que encontrar una manera de vacunar a los no vacunados porque ese es el centro de la respuesta a esta pandemia. Son los que propagan este virus, los que generalmente son hospitalizados. Si habla con los que trabajan en hospitales, le dirán lo mismo, y es que reforzar a los vacunados no es la forma de salir de esto.

Usted había expresado cierta preocupación por el “pecado antigénico original”, diciendo que algunas personas pueden querer esperar hasta que haya un refuerzo personalizado que se dirija a una variante específica ¿Sigue siendo así?
Tome a alguien que haya recibido dos dosis de vacuna, y que tenga una enfermedad leve, y compárelo con alguien que no haya recibido ninguna vacuna y que tenga una enfermedad leve. La persona vacunada eliminará menos virus durante un periodo de tiempo más corto. Eso se basa en un par de estudios. La pregunta es, ¿cambiará el curso de esta pandemia reforzando a los vacunados? ¿Administrar una tercera dosis a alguien que ya ha recibido dos dosis, disminuirá de manera significativa la propagación y, por lo tanto, la contagiosidad? El CDC tenía una diapositiva sobre esto que decía que estaba por determinar. Veremos si esto tiene un impacto en la comunidad.

Tal vez me equivoque, pero me parece que al hablar constantemente de las dosis de refuerzo no estamos hablando de lo que realmente nos va a sacar de esto: vacunar a todo el mundo. Tal vez sea porque nos hemos rendido, pero no creo que debamos rendirnos. Tengo que creer que hay alguna manera de hacer que esto suceda.

El 50% de los estadounidenses vacunados ya han recibido un refuerzo. Eso es algo así como el 30% de la población estadounidense. Usted ha dicho que hay pruebas de que eso beneficia a la gente desde el punto de vista médico, pero ¿qué hay de los beneficios para la salud pública?
Eso espero. Ya lo veremos. Bueno, supongo que no lo veremos porque no estamos haciendo ningún tipo de experimento controlado sobre esto, sólo estamos haciendo que la gente que ya ha recibido dos dosis reciba una tercera. No es difícil asustar a la gente que ya ha recibido dos dosis para que reciba una tercera, o una quinta dosis. Ya los tenemos. Es el otro grupo el que preocupa. Deberías haber tenido la experiencia que tuve la semana pasada en el hospital. Ningún niño estaba vacunado. Todos podrían haber estado vacunados. Ninguno de esos padres estaba vacunado. Estás viendo cómo suben a los niños a la UCI, los sedan, les ponen un tubo en la tráquea, los conectan a un respirador, los padres lloran. Nadie está vacunado. Es simplemente frustrante.

¿Qué pasa con la gente que está preocupada por el covid largo tras una infección leve?
Dado que Ómicron tiene una serie de mutaciones en el área que se une al receptor, creo que dos dosis de la vacuna de Pfizer no serán tan eficaces para prevenir la enfermedad leve como lo fue contra la Alfa o Delta o las otras variantes, ni siquiera para los que acaben de recibir su segunda dosis. Creo que están menos protegidos contra la enfermedad leve. Algunas personas argumentarían que no quieren sufrir una enfermedad leve porque pueden desarrollar un covid persistente a largo plazo, o pueden pensar que tienen más probabilidades de desarrollar una infección grave porque Ómicron es más contagioso; ninguna vacuna es 100% eficaz contra las enfermedades graves. Todo esto tiene sentido, pero hay que tener en cuenta que probablemente sólo se está comprando un periodo de tiempo limitado durante el cual se potencian esos anticuerpos y además disminuye el riesgo de infección leve.

El Dr. Fauci señaló que, si no se tratara de una pandemia, siempre habría sido una vacuna de tres dosis, queriendo decir que la mejor manera de inducir la memoria es con tres dosis. Eso es cierto para otras vacunas. Eso es cierto para las biovacunas inactivadas, como la vacuna contra la polio. Es cierto para las vacunas de proteínas purificadas como la vacuna de la hepatitis B. Pero aún no tenemos pruebas de ello en EE UU. Hasta la fecha, las dos dosis de las vacunas parecen seguir protegiendo contra las enfermedades graves. Así que ahora mismo, no es una vacuna de tres dosis, es una dosis de refuerzo. Entonces, ¿cuál debe ser? ¿una serie de tres dosis porque nos aporta un mayor número de células de memoria y la mejor protección contra la enfermedad? ¿o se trata de una dosis de refuerzo porque intentamos potenciar los anticuerpos neutralizantes y disminuir la incidencia de infección leve? Creo que tenemos que explicar al público estadounidense qué es lo que intentamos hacer con esta vacuna.

¿Cuánto tiempo pasará hasta que tengamos suficientes datos para saber cuál de esas explicaciones tiene sentido?
Debería ser muy pronto. Hace unos días la Dra. Rochelle Walensky dijo que teníamos 40 casos de Ómicron y que de esos 40 casos, 10 no habían sido vacunados. Entre las otras 30 personas, algunas habían recibido dos dosis y otras tres. Bien, pues esos 40 se convertirán en 400, y luego en 4.000. Entonces deberíamos tener una idea muy buena de si esa tercera dosis realmente marca la diferencia o no, y de cuán virulenta es Ómicron en la persona no vacunada, no infectada previamente. Corresponde al CDC generar esos datos para demostrar que es importante recibir esa tercera dosis en comparación con solo la segunda.

creado el 6 de Diciembre de 2022