La resistencia a los antibióticos causa 1,27 millones de muertes al año, y es una de las mayores y más urgentes amenazas transfronterizas para la salud pública de nuestro tiempo. Sin embargo, la comunidad mundial ha tardado demasiado en darse cuenta del fracaso sistémico que resulta en la resistencia a los antibióticos. Desde 2015 se han puesto en marcha iniciativas y colaboraciones, pero para impulsar la respuesta de todo el sistema se necesita una gobernanza más sólida y coordinada a nivel mundial. Todavía queda mucho camino por recorrer. En este artículo se ofrece una visión general de las consideraciones de gobernanza global para combatir la resistencia a los antibióticos.
No fue hasta 2015, que la Asamblea Mundial de la Salud adoptó el Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (GAP AMR) [1] e instó a los países a elaborar planes de acción nacionales. En 2016, la resistencia a los antimicrobianos se incluyó en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU con la consiguiente declaración política. Además de las diversas iniciativas que siguieron a la declaración política, en 2019, el Grupo de Coordinación Interinstitucional ad hoc (IACG) presentó recomendaciones sobre las estrategias necesarias para garantizar una acción colectiva mundial sostenida al Secretario General de la ONU [3]. Sin embargo, el impulso político construido con fuerza ha ido disminuyendo y siguen existiendo deficiencias sustanciales en los compromisos políticos, en la financiación y la colaboración internacional en la respuesta a la resistencia a los antibióticos.
La revisión del GAP AMR identifica algunos vacíos críticos
En septiembre de 2021, seis años después de la adopción del GAP AMR, la OMS completó y publicó la Revisión exhaustiva del Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (GAP AMR). Identifica la necesidad crítica de una mayor coordinación entre los socios internacionales y nacionales, el lento progreso en el establecimiento de una estructura de gobernanza mundial para la AMR, la falta de coordinación entre estas estructuras y la falta de progreso en la movilización de recursos financieros para su implementación. Hay mucho por hacer para alcanzar los objetivos de gobernanza establecidos en el GAP AMR y los esfuerzos posteriores, como las recomendaciones del IACG. Un comentario de REACT a ese plan se encuentra disponible en inglés [4]
Referencias
Puede obtener mucha más información en inglés en el enlace que aparece en el encabezado