En un solo centro, la estrategia redujo la administración de antibióticos en las cistoscopias en un 30%.

El uso de una herramienta para clasificar el riesgo de infección de los pacientes y la introducción de cambios sistémicos en el servicio de urología redujeron de forma segura el uso de antibióticos profilácticos al hacer cistoscopias, según un estudio realizado en un solo centro [1].

El uso total de antibióticos se redujo en casi un 30% al utilizar esa estrategia combinada, una diferencia significativa si lo comparamos con antes de la intervención, dijo Kelly R. Pekala, MD, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, durante una rueda de prensa en la reunión anual de la Asociación Americana de Urología (AUA).

Aun así, no se registró un aumento de las infecciones en los 30 días posteriores a la cistoscopia, informó Pekala. Las tasas de infección durante los 3 meses anteriores a la intervención y durante el periodo de 12 meses de intervención se mantuvieron constantes en torno al 2%, y descendieron a menos del 1% en los 3 meses posteriores a la aplicación de la intervención.

La prescripción excesiva de antibióticos se asocia a la resistencia a los antibióticos, que es responsable de unas 23.000 muertes anuales en EE UU y de 100.000 en todo el mundo, señaló Pekala. Por ese motivo, las guías de prescripción de antibióticos de la AUA de 2019 para la cistoscopia rompieron con la tradicional profilaxis antibiótica universal a favor del uso de antibióticos orales solo si se produce una ruptura de la barrera de la mucosa; y también eliminaron a las fluoroquinolonas como antibiótico de elección.

Para aumentar la adhesión a esa guía, la institución de Pekala puso en marcha la intervención, que incluía:

Para obtener datos de referencia, Pekala y sus colegas revisaron retrospectivamente la programación de la clínica de urología durante los tres meses previos a la intervención e identificaron a los 473 pacientes que se sometieron a cistoscopia. A continuación, realizaron una revisión bibliográfica y diseñaron una encuesta sobre la cistoscopia para los pacientes que se basaba en protocolos previos y en las guías de la AUA, con el fin de identificar a aquellos que presentaban un alto riesgo de infección.

La clínica empezó a utilizar la encuesta durante el periodo de intervención de 12 meses, en el que se realizaron 2.137 cistoscopias. Otras 417 cistoscopias se realizaron en el periodo de 3 meses posterior a la intervención.

Según el protocolo, alrededor del 65% de las pacientes de su estudio fueron identificadas como de alto riesgo de infección, quedando un 35% en los que no estaban indicados los antibióticos, informó Pekala. La población del estudio tenía una edad media de 60 años y era mayoritariamente masculina.