Los Drs. Woloshin y Kesselheim han publicado un artículo sobre el aducanumab (Adulhem) para tratar el Alzheimer [1], a continuación, resumimos los puntos más importantes.
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en evaluaciones que incluyen pruebas de memoria, resolución de problemas, atención y habilidades lingüísticas. El ejercicio, las actividades que estimulan el cerebro y la terapia ocupacional/conductual pueden ayudar a controlar su progresión.
El donepezilo y la rivastigmina pueden ralentizar ligeramente la progresión de los síntomas en las personas con enfermedad leve. La evidencia sobre sus efectos a largo plazo en el pensamiento, el comportamiento o la vida independiente son insuficientes. No hay ningún tratamiento que revierta la enfermedad de Alzheimer.
La FDA ha aprobado recientemente el aducanumab (Aduhelm) para las personas con síntomas leves de la enfermedad de Alzheimer. Este producto reduce la placa amiloide del cerebro (depósitos de proteínas), sin embargo, la reducción de la placa no es un marcador fiable de la función cognitiva. No todas las personas con placa padecen o padecerán la enfermedad de Alzheimer, y otros medicamentos que reducen la placa no han aportado un beneficio significativo para los pacientes.
Dos ensayos clínicos probaron el aducanumab. Cuando se analizaron conjuntamente, no mostraron ningún cambio en la memoria, el aprendizaje, el razonamiento o el funcionamiento frente al placebo. En los análisis por separado, un ensayo mostró un empeoramiento ligeramente menor en estas medidas en los pacientes que recibieron el fármaco frente al placebo. Estos cambios podrían ser imperceptibles para los familiares.
En los ensayos, el 41% de los pacientes experimentó hinchazón o hemorragia cerebral. Aunque la mayoría de los casos fueron leves y respondieron a una reducción de la dosis, entre el 1% y el 2% de los pacientes requirieron hospitalización o sufrieron un deterioro duradero. Se está investigando un caso de muerte.
El aducanumab se administra en infusiones intravenosas mensuales en una clínica o en la consulta del médico. Se desconoce la duración ideal del tratamiento. Los pacientes deben someterse a escáneres cerebrales antes del tratamiento y después de 6 y 12 meses para controlar la inflamación y la hemorragia cerebrales, y la aparición de nuevos síntomas.
La FDA ha exigido que se complete otro ensayo antes de 2030 para decidir si el aducanumab aporta un beneficio significativo para los pacientes
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