Según FiercePharma hay un conflicto entre Roche y una startup de la Universidad de Stanford por el uso de un secreto industrial que es propiedad de la farmacéutica.
Roche ha interpuesto una demanda contra la Universidad de Stanford y la empresa que surgió de sus profesores Foresight Diagnostics, argumentando que su nueva prueba para detectar ADN tumoral en sangre hizo uso de los secretos industriales que adquirieron esos profesores mientras tenían un contrato con Roche [1].
La demanda se origina en un acuerdo de hace casi una década que Roche firmó con dos especialistas en oncología, hematología y biopsia líquida, Diehn y Alizadeh que forman parte del grupo de fundadores de Foresight. Estos especialistas también habían ayudado a fundar Capp Medical [3], que fue adquirida por Roche en 2015 para acceder a su tecnología Capp-Seq para la detección genómica del cáncer.
La tecnología Capp ayudó al desarrollo de los kits de análisis de ADN Avenio [2] de Roche, y según la demanda, Roche afirmó haber pagado decenas de millones de dólares por la empresa.
A través del citado acuerdo, los investigadores Diehn y Alizadeh también aceptaron trabajar como consultores para Roche hasta mediados de 2021, mientras que un tercer profesor fue contratado por Roche.
En la demanda, presentada ante un tribunal federal del norte de California, Roche argumentó que Foresight utilizó la tecnología Capp-Seq, propiedad de Roche, para desarrollar un modelo ampliado de captura y análisis del ADN tumoral circulante, durante el tiempo en que los investigadores Diehn, Alizadeh y Kurtz de Foresight eran consultores de Roche.
La tecnología Phased variant Enrichment and Detection by Sequencing (PhasED-Seq) desarrollada por estos tres profesores [4], fue patentada [5] por Stanford University antes de que otorgara la licencia a Foresight. Esta tecnología hasta ahora ha recaudado unos US$70 millones de financiación de capital riesgo.
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