Políticas
Estados Unidos y Canadá
EE UU. Una propuesta de ley para reducir el malgasto de los productores de medicamentos (Waste not, want not: A new bill tries to reduce waste caused by drug makers)
Ed Silverman
Statnews, 1 de noviembre de 2017
Traducido por Salud y Fármacos
Un grupo de legisladores presentó un proyecto de ley para reducir la cantidad de medicamento que se desperdician cada año, al distribuir muchos medicamentos en los llamados frascos de un solo uso que contienen más medicamento de lo que la mayoría de los pacientes necesitan. Esta decisión surge a partir de varios informes sobre las grandes cantidades de diferentes tipos de medicinas, desde tratamientos caros para el cáncer hasta costosas gotas para los ojos, que se desperdician anualmente por el tipo de empaque.
Un análisis publicado el año pasado, por ejemplo, estimó que el gobierno y las aseguradoras privadas desperdician US$2.800 millones cada año en medicamentos contra el cáncer, que generalmente se inyectan o se administran a través de infusión en consultorios médicos y hospitales, y cuyas dosis dependen del peso del paciente. Sin embargo, los medicamentos se empaquetan en viales de tamaño uniforme, con lo que a menudo hay sobrantes que deben descartarse para cumplir con los estándares de seguridad.
“Es un derroche colosal y completamente prevenible de los dólares de los contribuyentes, y significa que los pacientes estadounidenses y las familias trabajadoras están pagando por medicamentos que se tiran a la basura”, dijo el senador estadounidense Dick Durbin (Demócrata-Illinois), copatrocinador de la legislación bipartidista. “En lugar de permitir que la industria farmacéutica se beneficie a costa nuestra, es hora de que pongamos fin a este derroche”.
El proyecto de ley, conocido como la Ley de Reducción de Residuos de Medicamentos de 2017, exigiría que la FDA coordine con los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) para desarrollar un plan de acción conjunto para reducir el desperdicio y administrar mejor las compras, así como presentar un informe al Congreso con recomendaciones legislativas.
Los legisladores señalaron un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que analizó 20 medicamentos que se comercializan en frascos de un solo uso y que durante 2013 y 2014 representaron la mayor cantidad identificable de medicamentos desechados que fueron reembolsados por la Parte B del programa Medicare. La oficina de vigilancia descubrió que se reembolsaron US$195 millones por medicamentos desechados.
Los autores de un análisis publicado el año pasado en el British Medical Journal argumentaron que la medicina sobrante facilita que los fabricantes de medicamentos “aumenten artificialmente” la cantidad de medicamentos que venden. Las empresas pueden lograrlo aumentando la cantidad en cada vial de dosis única en relación a la dosis requerida. Los restos pueden variar entre 1 y 33% de la cantidad de medicamento que los pacientes realmente necesitan.
Los autores recomendaron a la FDA que exija que los fabricantes de medicamentos proporcionen viales de diferentes tamaños para garantizar que la cantidad de medicamento desperdiciado sea baja. Sugirieron una meta inferior al 3% e instaron a las diferentes agencias gubernamentales a ponerse en sintonía cuando se trata de compartir viales. En última instancia, argumentaron que la cantidad de dinero gastado en medicinas descartadas se reduciría de US$1.800 millones a US$400 millones.
Su análisis llevó a casi una docena de legisladores a solicitar a la FDA y a los CMS que investigaran el impacto que tiene la venta de medicamentos en frascos grandes, que exceden la cantidad que necesitan la mayoría de los pacientes, en el sistema federal de salud y en la salud pública.
Más recientemente, se ha centrado la atención en el problema en las costosas gotas oftálmicas para el glaucoma y los bálsamos ordinarios para el ojo seco. Algunos fabricantes de medicamentos comercializan las gotas en dosis únicas de gran tamaño, a veces más del doble de lo que el ojo puede contener, por lo que al desbordarse del ojo se desperdicia y corre por la cara del paciente o aterriza en los conductos oculares. Según informa ProPublica, el resultado es que algunos pacientes se quedan sin medicamentos antes de que puedan volver a surtir recetas.
2018
Como ejemplo adicional, considere las recientemente aprobadas terapias contra el cáncer CAR-T. Aunque los precios de lista de estos productos son altos, de US$373.000 y US$475.000 para los primeros productos aprobados, aún podrían ser rentables, porque sus beneficios son significativos. Pero estos medicamentos desafían nuestros paradigmas de reembolso tradicionales. Por el momento, el hecho de que estos productos se administren durante las estadías hospitalarias significa que se reembolsan (a los beneficiarios de Medicare) a través de la Parte A de Medicare, que no contiene un código de facturación para los productos. Y el costo de los medicamentos excede por mucho el reembolso disponible a través de la Parte A para las formas de cáncer tratadas con estas terapias.
Medicamentos como estos pueden finalmente obligar a hablar de mecanismos de pago alternativos, como hipotecas de medicamentos o precios basados en resultados, que algunos han estado promoviendo. La noticia del precio de Luxturna de Spark Therapeutics se acompañó de información de que Spark ya tenía un acuerdo de pago según los resultados, y estaba negociando otros. Del mismo modo, Novartis ya ha llegado a un acuerdo basado en resultados con CMS para su terapia CAR-T, pero se sabe poco sobre los detalles [b].
Otra decisión importante es si hay que avanzar o no con la propuesta que regularía que los algunos de los reembolsos (descuentos) que se negocian con las farmacéuticas beneficiaran a los pacientes afiliados a la Parte D de Medicare [d]. Como han señalado los expertos, los gastos de bolsillo de los pacientes pueden estar basados en los precios de lista de sus medicamentos, aunque el patrocinador del programa Medicare Parte D haya negociado un precio más bajo. CMS ha propuesto pasar algunos de esos reembolsos a los pacientes; esto disminuiría significativamente los costos para muchos beneficiarios, pero potencialmente aumentaría las primas que tienen que pagar y el costo de los subsidios directos de CMS en general.
Al igual que en 2017, los observadores de la política de medicamentos deberían esperar que 2018 sea un año lleno de noticias interesantes. Esperamos que también sea un año en que los legisladores encuentren soluciones a algunos de los muchos desafíos que tienen las políticas de medicamentos.
Sobre la autora: forma parte del Consejo Asesor Público de Eficacia Comparativa del Midwest del Instituto de Revisión Clínica y Económica (ICER), que considerará la eficacia clínica comparativa y el valor de Luxturna en una próxima reunión pública.
Referencias
Notas de los editores del Boletín Fármacos