Acceso e Innovación
España. Malestar tras el cese de comercialización de un medicamento para el Parkinson por su bajo precio
Correo Farmacéutico, 25 de enero de 2019
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Si bien la última Orden de Precios de Referencia respetó el precio de algunos medicamentos para luchar contra su posible desabastecimiento, según argumentó Sanidad por primera vez, ha habido fármacos que se han visto afectados. Uno de ellos es Apo-Go Pen, un tratamiento para el que no existe sustituto en España. Por ello, el titular del mismo, Britannia Pharmaceuticals, ha comunicado su intención de retirar el medicamento de España por su no viabilidad económica.
Esta medida ha provocado una situación de desabastecimiento del medicamento en las farmacias durante las últimas semanas, y tanto la comunidad médica (los neurólogos especialistas en trastorno de movimiento que tratan el Parkinson), como los pacientes han expresado su malestar tanto al Ministerio como al laboratorio.
En España hay diagnosticados alrededor de 150.000 pacientes con la enfermedad de Parkinson que emplean este tratamiento, apomorfina en inyecciones intermitentes. Permite rescatar al paciente de los denominados periodosoff, donde el paciente se ve bloqueado y no puede moverse con normalidad. Se administra con un simple pinchazo por el propio paciente, con un mecanismo similar al de un bolígrafo que puede llevar siempre encima, parecido a la forma en que los diabéticos se inyectan la insulina. Y tiene un efecto prácticamente inmediato.
Laguna terapéutica
Actualmente no existe alternativa en España a este medicamento, por lo que se genera una laguna terapéutica, según reconocen tanto neurólogos como organismos oficiales.
La solución que parece que da el Ministerio es la solicitud a través de “medicamentos en situaciones especiales” (medicamentos extranjeros). Esta medida deja de facto sin medicación a cientos de pacientes en España ya que éste es un proceso complejo, tanto para médicos como para pacientes, que limita enormemente el acceso en la práctica a la mayoría de ellos.
Además, el coste de traer el medicamento del extranjero es muy superior a su coste actualpara el sistema sanitario. Se añade el inconveniente de que el prospecto y la información estarán en un idioma diferente al español, con el riesgo de confusión para cuidadores y enfermos.