Acceso y Precios
Las compañías farmacéuticas exageran: controlar los precios de los medicamentos no amenaza la innovación (Drug companies exaggerate — controlling drug prices won’t threaten innovation)
RG Frank
The Hill, 13 de noviembre de 2019
https://thehill.com/opinion/healthcare/470266-drug-companies-exaggerate-controlling-drug-prices-wont-threaten-innovation
Traducido por Salud y Fármacos
Es difícil no impresionarse con los avances estadounidenses en la lucha contra las enfermedades. La curación de la hepatitis C y los avances en los tratamientos para el cáncer de seno han cambiado vidas. Esto se debe en parte a los avances científicos que se realizan en nuestros laboratorios nacionales, universidades y la industria farmacéutica. Pero el progreso en el descubrimiento de medicamentos ha generado un nuevo problema: la crisis por sus precios.
Casi uno de cada tres adultos estadounidenses informa que no toman sus medicamentos según lo prescrito por su costo [1]. En Washington y en todo el país, las personas participan en un animado debate sobre la asequibilidad de los medicamentos de venta con receta para los hogares y los presupuestos públicos.
Utilizando casi cualquier indicador, los estadounidenses pagan los precios más altos del mundo. Los fabricantes de medicamentos de venta con receta afirman que los altos precios y las ganancias récord son necesarios para continuar el flujo de nuevos medicamentos.
De hecho, la industria farmacéutica frecuentemente afirma que cualquier esfuerzo por controlar los precios de los nuevos medicamentos “amenaza la futura innovación”. El resultado es que durante los últimos 50 años hemos puesto mucho más énfasis en la innovación que en la asequibilidad. Es hora de reconsiderar ese equilibrio.
Las compañías farmacéuticas han exagerado las amenazas a la innovación.
La mayoría de los medicamentos nuevos no son tan innovadores. Las propuestas para bajar los precios ofrecen muchas oportunidades para ganar dinero con medicamentos verdaderamente innovadores. Y la industria farmacéutica podría hacer mucho para que sus actividades de investigación y desarrollo sean mucho más eficientes, reduciendo así la necesidad de poner precios tan altos.
Comencemos con el nivel de innovación que suministra la industria farmacéutica. La Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) informó recientemente que entre el 8 y el 18% de todos los medicamentos que se aprobaron entre 2005 y 2016 eran innovadores, aquellos reconocidos por la FDA como que satisfacen una necesidad anteriormente no satisfecha o que representan un avance significativo para la atención al paciente o la salud pública [2].
La investigación académica y los datos de la industria reflejan un patrón similar. Es decir, la mayoría de los nuevos productos ingresan a mercados donde ya se están vendiendo cinco productos [3].
Además, sólo 1/3 de los productos aprobados por la FDA a través del proceso de revisión prioritaria eran nuevos en su clase [4].
Entonces, si las compañías farmacéuticas afirman que bajar los precios de los medicamentos significa menos lanzamientos de medicamentos nuevos, recuerde que cada año se venden numerosos productos cuya eliminación tendría poco o ningún impacto en la salud de los estadounidenses.
¿Qué pasa con esas oportunidades de lucro? Muchos medicamentos estadounidenses de grandes ventas también son de grandes ventas en el extranjero, sólo que a precios significativamente más bajos.
Propuestas como HR 3, el proyecto de ley de reforma farmacéutica propuesto por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), acuerda pagar más a las compañías farmacéuticas por medicamentos más efectivos y establece el precio máximo permitido en 120% de los precios en países extranjeros de altos ingresos.
Eso significa que EE UU, por ejemplo, pagará un 20% más que otras naciones en lugar del 80%, como lo hace en la Parte B de Medicare [5]. Entonces, HR 3 simplemente reduciría las brechas de precios entre EE UU y esos países.
Finalmente, hablemos de la industria y de sus innovaciones. El hecho es que la eficiencia de la industria farmacéutica en la producción de nuevos medicamentos ha disminuido continuamente durante décadas.
Esto ha sido así durante un tiempo de ganancias crecientes. Los estudios de la industria, para explicar su ineficiencia, han señalado los costos excesivos del desarrollo de medicamentos [6], el haber escogido mal los productos a investigar, y la imposibilidad de reconocer y ajustar su trayectoria cuando estaban siguiendo líneas de investigación erróneas.
Mejorar la eficiencia de la investigación para el desarrollo de medicamentos permitiría desarrollar más medicamentos por dólar de gasto en I + D, ofreciendo la oportunidad de compensar la disminución de los ingresos que podría afectar la comercialización de nuevos medicamentos.
Los consumidores y contribuyentes estadounidenses están haciendo su parte pagando precios más altos, impuestos más altos y primas de seguro más altas para pagar los medicamentos, todo en nombre de la I + D. Es hora de que la industria haga su parte cediendo algunos ingresos, mejorando sus procesos y centrándose en los medicamentos que son importantes para la salud de los estadounidenses.
Referencias