Ética
Conflictos de Interés
La paroxetina, los escritores fantasmas y el mundo académico
Salud y Fármacos, 17 de diciembre de 2019
El artículo que resumimos a continuación [1], es el segundo que han escrito los mismos autores sobre el ensayo clínico de la paroxetina 352 para el trastorno bipolar. En el primer artículo [2] evaluaron el ensayo clínico y demostraron como el informe publicado combinó el análisis de los resultados primarios y secundarios para transformar resultados negativos en positivos, llegando a conclusiones que podían perjudicar a los pacientes.
En este artículo describen como los escritores fantasma (personas contratadas por las compañías para escribir artículos que favorezcan sus resultados) trabajaron con los líderes de opinión, es decir los autores académicos, para publicar artículos con datos manipulados en revistas médicas. El artículo lo gestionó y escribió SmithKlineBeecham, ahora GlaxoSmithKline (GSK) y Scientific Therapeutics Information, Inc (STI), sin que sus contribuciones aparecieran en el artículo. Los autores que aparecieron en el artículo tenían relaciones financieras con GSK, estuvieron muy poco involucrados o no participaron en el análisis de los resultados del ensayo clínico y la mayoría ni siquiera revisaron el artículo que acabaron firmando.
Si bien el artículo no superó la revisión por pares y fue rechazado, el editor del American Journal of Psychiatry, que tenía vínculos con GSK, facilitó su publicación. Así es como GSK logró publicar los resultados de un ensayo clínico sin significancia estadística, poco informativo y con resultados negativos y los transformó en una herramienta de promoción de la paroxetina para su uso fuera de etiqueta en el trastorno bipolar. Además de exagerar los beneficios de la paroxetina, ocultaron información de seguridad que podría haber indicado que la paroxetina conlleva efectos adversos.
Según los autores, GSK contrató a STI en más de 100 proyectos relacionados con la paroxetina entre 1998 y 2008. Además del artículo también escribieron otros documentos, artículos, cartas al editor, prepararon materiales para educación continuada, posters para conferencias, materiales para educar a los ponentes, y diapositivas y gráficos para hacer presentaciones.
En el 2011 se archivó una queja por comportamiento científico inadecuado (plagio y uso de escritores fantasma) contra los autores del artículo de GSK frente al Departamento de Salud y Recursos Humanos. Esto obligó a que la Universidad de Pensilvania se involucrara, pero esta defendió a sus profesores, quienes afirmaron haber participado en la redacción del manuscrito. Los documentos que han utilizado los autores para redactar este artículo demuestran todo lo contrario.
Referencias