La FDA emitió una alerta sanitaria acerca del uso intraocular del moxifloxacino el 12 de agosto de 2020 advirtiendo sobre la aparición del síndrome tóxico del segmento anterior (TASS por sus siglas en inglés) en pacientes que previamente les fue administrado moxifloxacino tópico oftálmico por vía intraocular, práctica común entre los profesionales de la salud, en una indicación no aprobada por la FDA como lo es en la profilaxis de endoftalmitis asociado con cirugía de cataratas. Según los casos reportados por la FDA, los efectos tóxicos se presentan luego de la administración intraocular de Moxifloxacino re-empacado o diluido de productos cuya vía de administración corresponde a la vía tópica ocular y aunque cuentan con aprobación de la FDA para su comercialización, la indicación y vía de administración aprobada no corresponde a la forma de uso empleada.
El moxifloxacino es un antibiótico bactericida de amplio espectro del grupo de las fluoroquinolonas de cuarta generación, empleado en el tratamiento de infecciones bacterianas. A nivel clínico se emplea en el tratamiento de infecciones del tracto urinario y reproductivo, neumonía, sinusitis bacteriana y exacerbación de bronquitis crónica. El mecanismo de acción se basa en la inhibición de las topoisomerasas II, necesarias en el desenrollamiento del ADN requerido para el control de síntesis de proteínas y replicación celular. Los efectos adversos más frecuentes corresponden a diarrea, dolor abdominal, vómito, dolor de cabeza y malestar vaginal. Las soluciones tópicas de moxifloxacino se emplean en el tratamiento de infecciones bacterianas oculares (conjuntivitis bacteriana) y se debe prestar atención a reacciones de hipersensibilidad contra las quinolonas.
La etiología del síndrome tóxico del segmento anterior está directamente relacionada con un excipiente, la goma xantan. Este excipiente se encuentra en algunas formulaciones del medicamento por vía tópica ocular en los cuales no está contemplada la vía de administración intraocular, cuando la goma entra en contacto con el segmento anterior del ojo se origina la reacción inflamatoria, ya que los tejidos del segmento anterior son muy sensibles a sustancias de carácter tóxico. La intensidad de la inflamación es consistente con el tipo de toxina y el tiempo de contacto puede conducir a la ruptura de la barrera hemato-acuosa y el daño de la capa de células endoteliales de la córnea, el iris o la red trabecular
Ver el texto completo en el enlace que aparece en el encabezado.