Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante
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Derecho
Los delincuentes cibernéticos han aprovechado la distribución de vacunas contra el COVID-19 para vender versiones falsas del medicamento a los usuarios del ‘dark web’. La demanda es tal, que el mercado negro de inmunizadores apócrifos ha crecido 400% desde diciembre de 2020.
La firma de software Check Point informó que los ciberdelincuentes están estafando usuarios desesperados por obtener el fármaco. Señalan que hace solo un mes, el precio medio de la vacuna en la ‘dark web’ era de 250 dólares, y ahora está entre 500 y 1,000 mil dólares en Bitcoins.
A través de un comunicado, la empresa explicó que tanto el FBI como la Europol han alertado sobre este tipo de estafas. En su análisis, han descubierto que muchos no ofrecen dosis individuales, sino grandes cantidades de vacunas. La intención es sacar provecho del sector con mayor poder adquisitivo, quienes desean adquirir la vacuna para su círculo cercano o revenderla.
El ‘boom’ del mercado negro de vacunas anti COVID-19 se explica por varios factores. Por un lado, está el aumento de casos a nivel mundial, así como el temor a una tercera ola de la pandemia. También preocupa el surgimiento de nuevas cepas con mayor índice de viralidad.
Otro factor es la variedad de vacunas disponibles, afirma la compañía de software. Además de las que ya han sido aprobadas por las autoridades sanitarias de varios países, existen más empresas desarrollando nuevas opciones de inmunización.
Los especialistas indicaron que, incluso antes de que las vacunas aprobadas empezaran a distribuirse, detectaron anuncios ofertando vacunas “hechas en China”. Estos medicamentos falsos no tenían marca y, por supuesto, no estaban aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
Pero los delincuentes cibernéticos se actualizaron, y desde que la FDA inició la distribución de vacunas aprobadas ya anuncian sus versiones con marca y nombre. O bien, siguen omitiendo este dato y solo esperan al siguiente incauto que les compre un lote de vacunas falsas.
