Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante
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El diclofenaco conlleva un mayor riesgo de producir efectos adversos que otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), en particular un incremento en las muertes por enfermedad cardiovascular, sin que sea más eficaz; de ahí que se deba evitar su uso [1]. También tiene efectos más nocivos para el medio ambiente que otros AINE [2].
Los fármacos y sus metabolitos se encuentran en el medio ambiente cuando no son suficientemente depurados por el tratamiento de aguas residuales tras su excreción urinaria, o cuando han sido desechados directamente en las aguas residuales [3-5].
El diclofenaco se detectó en el 29% de más de 30.000 muestras de aguas superficiales recolectadas en Francia entre 2007 y 2018. Por lo general, su concentración se reduce solo entre un 20% y un 50% mediante el proceso de tratamiento de aguas residuales [5].
Este medicamento se ha detectado en diversas especies vegetales y animales, así como en aguas dulces y costeras de muchos países. Se ha demostrado su toxicidad, sobre todo renal, en las truchas, a tal grado que se le ha atribuido su disminución en los ríos de Suiza [6].
El diclofenaco también es tóxico para las aves carroñeras [6]. En el subcontinente indio, donde los cadáveres de bovinos se dejan para los buitres, una especie de estas aves casi desapareció en la primera década del siglo XXI, antes de que el reconocimiento del papel del diclofenaco llevara a prohibir su uso en animales en 2006 [2, 6, 7].
En muchos países europeos está prohibido el uso de diclofenaco en la medicina veterinaria [5]. En España ha estado autorizado desde 2013 y provocó la muerte de un buitre en los Pirineos, en 2021 [7].
Según la Agencia Francesa de Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Ocupacional (ANSES o French Agency for Food, Environmental and Occupational Health and Safety), los datos disponibles no son suficientes para determinar si los niveles que se han encontrado en el agua destinada al consumo humano representan un riesgo para la salud humana en Francia [5].
En Estocolmo se publica una lista de medicamentos recomendados para la población. El diclofenaco está excluido por sus efectos adversos, tanto para el ser humano como para el medio ambiente [2]. Los antiinflamatorios, como el ibuprofeno y el naproxeno, no conllevan el mismo riesgo de causar daños en los seres humanos o el medio ambiente. Lo mismo sucede con el paracetamol [2, 8].
En el caso de muchos fármacos, aún no se ha documentado su impacto sobre el medio ambiente, pero se podría convertir en un criterio de elección entre los distintos medicamentos. De momento, la protección del medio ambiente es otra razón para no consumir diclofenaco.
Referencias