Ed Silverman en su nota para Stat [1] relata que la respuesta de Vertex Pharmaceuticals a la solicitud de familias y activistas de los gobiernos de Sudáfrica, India, Brasil y Ucrania para que facilite el acceso a versiones genéricas de menor costo de Trikafta, un tratamiento de triple combinación (elexacaftor/ivacaftor/tezacaftor) que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la fibrosis quística no garantiza el acceso a dicho medicamento.
En Sudáfrica, la estrategia para reducir el costo del medicamento se centró en la emisión de una licencia obligatoria, en línea con un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio. En ese momento, el acceso a Trikafta era limitado: Vertex no había registrado el fármaco en el país, aunque sí había solicitado patentes. La única opción disponible era importar el medicamento desde EE UU, donde su precio de lista, aproximadamente US$322,000, lo vuelve inaccesible para la mayoría. Como alternativa, algunos pacientes optaron por adquirir una versión genérica en Argentina.
Trikafta es enormemente rentable, ya que generó más de US$8.900 millones en ventas el año pasado. Un análisis publicado hace dos años sostuvo que el costo de producción de Trikafta es inferior a US$5.700 y los investigadores argumentaron que se podría producir una versión genérica por una fracción del precio de lista. La empresa cuestionó los hallazgos.
Ante esta situación, Cheri Nel, paciente con fibrosis quística que reside en Johannesburgo, presentó una denuncia argumentando que la falta de acceso vulneraba la Constitución sudafricana en materia de derechos humanos, y acusando a Vertex de abuso de patente. Vertex respondió a principios del 2024 facilitando el acceso a Trikafta a través de un mecanismo gubernamental que permite que un medicamento que no está registrado para la venta esté disponible para pacientes individuales. Para lograr esto, Vertex comenzó a trabajar en un plan de salud con el sector privado. La empresa también ofrece un programa de asistencia al paciente administrado por una organización no gubernamental, a través del cual los pacientes elegibles cubiertos por ciertos seguros médicos podían obtener Trikafta sin costo, ya que esos planes también les otorgan cierta asistencia financiera.
La medida impulsó a Nel a retirar la demanda y llegar a un acuerdo en agosto. Como resultado, la Comisión de Competencia de Sudáfrica anunció el miércoles, después de una larga investigación, que Vertex Pharmaceuticals había tomado medidas suficientes para ampliar el acceso a su medicamento.
Aunque el tratamiento fue aprobado en Sudáfrica en abril de 2024, Vertex mantuvo una defensa agresiva de su monopolio y sus altos precios. En respuesta, grupos de defensa conformados por familias y activistas han solicitado que el regulador sudafricano reanude su investigación. Argumentan que el acuerdo de acceso en Sudáfrica es insuficiente, ya que solo los pacientes con planes médicos de amplia cobertura tienen probabilidades de obtener el medicamento, lo que representa aproximadamente el 16% de la población. Según la Asociación Sudafricana de Fibrosis Quística, el 63% de los pacientes elegibles para el tratamiento han quedado excluidos del acuerdo.
Además, estos grupos han denunciado la falta de transparencia por parte de Vertex y del gobierno, ya que no se han revelado detalles clave, como los precios, los nombres de los planes médicos que ofrecen cobertura ni la duración del acceso al medicamento. También señalan que Vertex aún no ha registrado oficialmente Trikafta en Sudáfrica, lo que obliga a pacientes y médicos a importar el medicamento, un proceso burocrático que debe renovarse cada seis meses.
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