Resumen
Objetivo: La respuesta a la pandemia de covid-19 requirió la implementación rápida y a menudo generalizada de intervenciones médicas sin contar con datos sólidos de su eficacia y seguridad. Desde entonces, muchas de estas prácticas se han probado en ensayos aleatorizados de gran tamaño y se determinó que eran erróneas. Quisimos identificar recomendaciones incorrectas o reversiones en las pautas de tratamiento emitidas por el Instituto Nacional de Salud, y las aprobaciones y autorizaciones de la FDA.
Metodología:
Diseño:Estudio transversal retrospectivo.
Participantes:Prácticas médicas recomendadas y autorizaciones o aprobaciones de la FDA para la prevención, el tratamiento y/o el manejo de la covid-19.
Mediciones y resultados principales:La frecuencia y las características de las reversiones médicas relacionadas con la covid-19, definidas como prácticas que se implementaron y/o recomendaron durante la pandemia, pero que luego se probaron en ensayos aleatorizados y se determinó que no aportaban beneficios.
Resultados: Encontramos 332 recomendaciones relacionadas con la covid-19. Ochenta y cinco (25,6%) iban en contra de la práctica médica, 23 (6,9%) mantenían el estándar de atención que se había establecido antas de la infección por covid sin desviaciones y 224 (67,5%) recomendaron una práctica clínica nueva. Encontramos ensayos aleatorizados que evaluaron 72 de estas 224 intervenciones (32,1%), de las cuales 25 (35%) resultaron ser erróneas y merecían reversiones médicas. Entre las reversiones médicas, 21 (84%) se relacionaron con los medicamentos de venta bajo prescripción y 1 (4%) con el plasma de convalecientes. 17 (68%) fueron medicamentos reformulados Dos (8%) consistían en procedimientos o intervenciones mecánicas y uno (4%) involucraba un dispositivo. 16 (64%) reversiones se referían al ámbito hospitalario (4 a unidades de cuidados intensivos), 4 (16%) no eran específicas (es decir, eran aplicables a cualquier entorno), 4 (16%) se referían a un entorno no hospitalario y 1 afectaba a trabajadores de la salud.
Conclusión: Cuando hay que enfrentar una nueva pandemia, los responsables de establecer políticas emitieron rápidamente cientos de recomendaciones médicas específicas. Más de dos de cada tres nunca se sometieron a pruebas rigurosas. Entre las prácticas que se probaron de manera aleatoria, una de cada tres había sido implementada erróneamente. El número de recomendación errónea durante la pandemia fue sustancial. Los esfuerzos tempranos y coordinados para iniciar ensayos aleatorios, incluso en situaciones extremas, pueden mitigar la perpetuación de prácticas ineficaces.