VENTANA ABIERTA
Vacunas e influencias comerciales en la OMS
Núria Homedes y Antonio Ugalde
Desde hace unos años se ha ido confirmando la injerencia de intereses privados en la OMS y los conflictos de interés de algunos de sus empleados. La influencia de los gobiernos poderosos, que son los contribuyentes mayoritarios a su presupuesto, también se ha documentado. Los conflictos con EE.UU. han sido múltiples; por ejemplo en 1980 la administración de Reagan se opuso a que la OMS condenara la promoción de la leche de fórmula en países pobres contribuyendo así a la muerte de muchos bebés, y más recientemente el gobierno para no lesionar los intereses comerciales de sus empresas se opuso a la publicación de las guías de nutrición dirigidas a reducir la epidemia de sobrepeso.
En las páginas del Boletín Fármacos hemos publicado la influencia de la industria farmacéutica en el proceso decisorio de la OMS. Mucho se ha discutido sobre el rol que jugó la OMS en caracterizar la epidemia de la gripe porcina A (H1 N1) como una pandemia que ha causado pérdidas millonarias en muchos países de bajos y medianos ingresos, al comprar medicamentos que no eran necesarios y que ahora están teniendo que desechar; estos fondos se podrían haber usado para la compra de medicamentos básicos que hubieran salvado muchas vidas. Por otra parte la ‘generosa donación’ de millones de unidades de Tamiflu que algunos países de altos ingresos han hecho a los países de menores ingresos ha sido irónica e irresponsable.
En un país cuyo nombre convenientemente se nos ha olvidado, el responsable de salud de una región nos comentó que sabía perfectamente el sinsentido de comprar millones de tratamientos de Tamiflu, pero que una vez que la OMS había caracterizado la situación de pandemia no tuvo más remedio que hacerlo.
La recomendación de vacunas cuestionables por su alto precio y eficacia cuestionable se ha convertido en tema de debate. La vacuna contra el VPH es una de ellas, por la falsa seguridad que puede dar, porque hay alternativas que han demostrado ser muy eficaces, y porque su inclusión en el calendario nacional de vacunación puede suponer en muchos países de medianos ingresos un porcentaje muy elevado del presupuesto total que las autoridades sanitarias tienen para los medicamentos. Lo triste es que algunos países, por presiones de la industria farmacéutica, ya las han incluido en su calendario vacunal sin que la OMS o la OPS en América Latina hayan tomado la posición que pensamos debieran adoptar las organizaciones que velan por la salud mundial o regional.
A continuación presentamos a continuación la declaración que ha varias organizaciones independientes sin ánimo de lucro han presentado a la Asamblea Mundial de la Salud sobre el problema de la influencia de intereses comerciales en la política global de vacunas. En este número del Boletín Fármacos se pueden encontrar otras noticias que aluden al mismo tema.
64 Asamblea Mundial de la Salud, tema 13.5, 20 de mayo de 2011
Gracias, Sr. Presidente, por la oportunidad de dirigirme a los estados miembros y manifestar nuestra preocupación sobre como se manejan los conflictos de interés en el seno de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos públicos en relación a las políticas globales de inmunización. Esta es una declaración conjunta de Health Action International, Knowledge Ecology International, Third World Network, the Berne Declaration, The People’s Health Movement e IBFAN.
La OMS y otras instituciones de salud pública tienen relaciones complejas con instituciones comerciales que ofertan productos y servicios de salud. En algunos casos, hay que controlar o regular a las instituciones comerciales para proteger a los usuarios y promover el interés público. Las instituciones públicas de salud con frecuencia también compran bienes y servicios, u ofrecen ayuda económica para su compra.
Por lo tanto está ampliamente reconocido que los gobiernos y las instituciones públicas de salud, tales como la OMS, deben evitar conflictos de interés en todos los aspectos de su gobierno. La OMS solo puede responder de forma correcta a los problemas de salud pública si tiene una gran transparencia y puede dar cuenta de sus acciones, las cuales deben responder a las prioridades de sus estados miembros y a mejorar el bienestar público. Sin embargo, la transparencia es necesaria pero no es una salvaguarda suficiente: también debe haber un acercamiento sin ambigüedades y una política que asegure que aquellos que representan los intereses comerciales no influyen en la toma de decisiones sobre las políticas y el establecimiento de normas.
Estamos preocupados por las propuestas de la política La Década de las Vacunas, ya que no han tenido suficientemente en cuenta el manejo de los conflictos de interés y están basadas en una hipótesis que no es realista ni tiene soporte empírico, la de que todas las partes interesadas colaborarán para avanzar el bien público.
Pedimos a los miembros de la OMS que aseguren que cualquier cambio en las estructuras de gobierno tenga en cuenta, de forma realista, que los conflictos de interés impedirán los esfuerzos para proteger a los usuarios y al interés público. En este sentido, enfatizamos también la importancia de evaluar los conflictos de interés por parte de las empresas farmacéuticas, los productores de vacunas, otras industrias, y donantes privados que tienen intereses privados complejos.
Específicamente, pedimos a los miembros de la OMS que se opongan a las iniciativas que otorguen mayor protagonismo en el gobierno de la OMS a los intereses privados y donantes. Por esta razón, solicitamos a los estados miembros que se opongan a la estructura de manejo de la Década de las Vacunas e igualmente a la reforma de la OMS.