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Conducta de la Industria

EE UU. Las grandes farmacéuticas saludan a cientos de ex-empleados federales en la ‘Puerta Giratoria’
(Big pharma greets hundreds of ex-federal workers at the ‘Revolving Door’)
Sydney Lupkin — Kaiser Health News
Statnews, 25 de enero de 2018
Traducido por Salud y Fármacos

El salto de Alex Azar, que pasó de trabajar para Eli Lilly a ser miembro de la administración Trump, refleja los lazos cada vez más íntimos entre la industria farmacéutica y el gobierno federal.

Un análisis de Kaiser Health News (KHN) muestra que cientos de personas se han deslizado a través de la “puerta giratoria” que conecta la industria farmacéutica con el Congreso y con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS).

Azar fue confirmado el miércoles como secretario de DHHS, uniéndose a otros antiguos ex empleados de la industria farmacéutica que también ocupan puestos altos.

Casi 340 ex empleados del Congreso ahora trabajan para compañías farmacéuticas o sus empresas de cabildeo, según datos analizados por KHN y proporcionados por Legistorm, una compañía no partidista que hace investigación para el Congreso. Por otro lado, el análisis mostró que más de una docena de ex empleados de la industria farmacéutica ahora tienen trabajos en el Congreso, a menudo en comités que manejan políticas de atención médica.

“¿Para quién trabajan realmente?” preguntó Jock Friedly, presidente y fundador de Legistorm, quien calificó esa cantidad como “sustancial”. “¿Están trabajando para la persona que está pagando sus cuentas en ese momento o están trabajando esencialmente en nombre de los intereses que los han financiado en el pasado y pueden financiarlos en el futuro? “

En muchos casos, antiguos empleados del Congreso que ahora trabajan para compañías farmacéuticas regresan al Congreso para cabildear a antiguos compañeros de trabajo o empleados. Estos vínculos suscitan cuestionamientos entorno a si las compañías farmacéuticas podrían estar ejerciendo influencia indebida sobre la legislación relacionada con los medicamentos o las políticas del gobierno.

“Aceptas la llamada porque tienes una relación amistosa”, dijo Diana Zuckerman, presidenta del Centro Nacional para la Investigación en Salud, una organización sin fines de lucro, y ex empleada del Congreso. “Tomarás la llamada porque estas personas te ayudarán en tu carrera futura [y] te conseguirán un trabajo en el que ganarás tres veces más”.

Una investigación de 2012 de la Fundación Sunlight descubrió que, en promedio, un jefe de personal del Congreso podría aumentar su salario en un 40% trasladándose al sector privado.

Los expertos dicen que las relaciones cercanas no necesariamente significan que los empleados del Congreso hacen favores a los cabilderos que conocen, pero el acceso no está de más.

Cuando John Stone abandonó el Comité de Energía y Comercio de la Cámara el otoño pasado para unirse a la firma de cabildeo BGR, le dijo a Político que había consultado con dos cabilderos de BGR “en busca de asesoramiento sobre básicamente todo lo que cruzaba mi escritorio”.

La revisión que ha hecho KHN de los datos de Legistorm indica que uno de los cabilderos, Ryan Long de BGR, se superpuso con Stone en un panel de la Cámara. Brent Del Monte precedió a ambos en el comité y luego pasó 10 años en la Organización de Innovación Biotecnológica (BIO), un grupo comercial para la industria de medicamentos biológicos, antes de unirse a BGR en 2015. Los clientes de BGR incluyen PhRMA, Celgene y otras firmas farmacéuticas.

Al igual que Stone, Long y Del Monte, muchos ex empleados del Congreso que de una forma u otra trabajan para la industria farmacéutica provienen de comités clave, incluyendo el Comité del Senado de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones (HELP) y el Comité de Energía y Comercio de la Cámara, que en 2016 lideró la aprobación del 21st Century Cures Act. La ley enfrentó críticas de los observadores que temían que facilitara y abaratara la aprobación de medicamentos, y que también podría llevar a aprobar medicamentos inseguros.

Tim LaPira, profesor asociado de la Universidad James Madison, coautor de un libro sobre la puerta giratoria publicado en junio, dijo que la práctica de dejar el trabajo con el gobierno para cabildear para la industria no es tan corrupta como parece. Al contrario, a medida que se ha ido reducido el personal que trabaja para el Congreso, se han visto obligados a subcontratar la experiencia de los cabilderos, dijo.

“No le diga al sector privado que deje de hacerlo. Dígale al Congreso que deje de depender tanto del sector privado”, dijo LaPira, y agregó que el Congreso gasta solo el 0,5% del presupuesto discrecional en sí mismo.

El número de empleados en el Congreso disminuyó en más de 7.000 personas, alrededor del 27%, entre 1979 y 2015, según datos compilados por Brookings Institution, un grupo de investigación sin fines de lucro.

Si bien existe el temor de que los cabilderos estén introduciendo lenguaje favorable a la industria en la legislación, explicó LaPira, lo que hacen con mayor frecuencia es monitorear lo que sucede dentro del gobierno.

La puerta giratoria invertida, por la cual los ex empleados de la industria ingresan al servicio público, no se entiende tan claramente. Tampoco se entiende que vayan de la industria al gobierno y vuelvan a la industria.

Algunos de los empleados del Congreso, según sus declaraciones financieras, tienen pensiones y acciones de la industria farmacéutica, según descubrió Kaiser Health News. No están obligados a desinvertir y solo están obligados a revelar esas conexiones si tienen posiciones clave.

Los que se deslizan por la puerta giratoria invertida pueden no darse cuenta de que están defendiendo los intereses de Big Pharma, dijo Friedly, pero han estado tan expuestos al punto de vista de la industria que sus sesgos implícitos pueden filtrarse en su trabajo legislativo.

La puerta giratoria opera más allá del Congreso, dijo LaPira

Además de Azar, varios ex funcionarios de la industria farmacéutica han conseguido trabajos clave en el gabinete y la administración de Trump, incluyendo el comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, un ex inversionista de riesgo (venture capitalist) con profundos vínculos con la industria farmacéutica.

Gottlieb reveló haber formado parte de juntas directivas de varias compañías farmacéuticas, incluyendo GlaxoSmithKline y Daiichi Sankyo, antes de regresar al gobierno por tercera vez a través de la puerta giratoria.

KHN también revisó los currículos de más de 100 personas nombradas por de Salud y Servicios para los Ciudadanos (Department of Health and Human Services DHHS), que obtuvo- a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información- de American Oversight, una organización sin fines de lucro fundada para responsabilizar a los funcionarios del gobierno. Aunque solo un puñado de las personas nombradas recientemente había trabajado en las compañías farmacéuticas, más de una docena habían trabajado como cabilderos, consultores y abogados de las empresas farmacéuticas.

Entre los que ocupan cargos de alto nivel en el DHHS están: Keagan Lenihan, un antiguo cabildero del distribuidor de medicamentos McKesson, quien ahora se desempeña como consejero sénior de la secretaría de DHHS; el ex cabildero de PhRMA John O’Brien, ahora vicesecretario adjunto de políticas de salud para la unidad de planificación y evaluación de la agencia; y la ex cabildera de Bristol-Myers Squibb Mary-Sumpter Lapinski, una abogada en la oficina del secretario del DHHS.

La Senadora Elizabeth Warren expresó su preocupación por la puerta giratoria durante la audiencia de confirmación de Azar ante el comité HELP en noviembre. Poco después de decirle a Azar que su “currículum es como un manual de instrucciones que podría titularse ‘Cómo aprovecharse cuando se trabaja para el gobierno’”, le preguntó si los directores generales de las empresas farmacéuticas deberían rendir cuentas cuando las compañías que administran incumplen la ley. Azar no respondió ni sí, ni no.

Su respuesta: “Estoy satisfecho con nuestra discusión”.

Metodología
Kaiser Health News obtuvo datos sobre las puertas giratorias y las revelaciones de los cabilderos de Legistorm, una firma no-partidista de investigación para el Congreso con sede en Washington, D.C.

Los datos sobre las puertas giratorias incluyen los trabajos del personal del Congreso, dentro y fuera de Congreso. Esta actualizada hasta agosto de 2017 y data de 2001. En el caso de los cabilderos que no trabajaron directamente para empresas farmacéuticas y que trabajan para firmas de cabildeo que operan en nombre de compañías farmacéuticas y sus grupos comerciales, Kaiser Health News identificó a las personas registradas para cabildear en nombre de estos clientes a través de las declaraciones que tienen que hacer los cabilderos. Los reporteros rastrearon a estos cabilderos en la base de datos de la puerta giratoria de Legistorm y los revisaron a mano.

Los currículos de personal de DHHS obtenidos por American Oversight cubren a las personas nombradas entre el 20 de enero y el 12 de julio de 2017.

creado el 4 de Diciembre de 2020