Ensayos Clínicos
Investigaciones
Características y comparación de los informes provisionales de los ensayos clínicos aleatorizados con las publicaciones definitivas
(Characteristics of interim publications of randomized clinical trials and comparison with final publications)
Woloshin S, Schwartz LM, Bagley PJ, Blunt HB, White B
JAMA. 2018;319(4):404-406. doi:10.1001/jama.2017.20653
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2670245
Resumido por Salud y Fármacos
La publicación de los resultados provisionales de los ensayos clínicos aleatorios (ECAs) puede tener consecuencias, potencialmente minando la integridad del ensayo si se rompe el ciego o promoviendo que participantes abandonen o se cambian de grupo [1], lo cual puede aumentar la incertidumbre porque los resultados basados en menos resultados son menos precisos o exageran los verdaderos efectos del tratamiento, como se ha demostrado en los ensayos que se terminan tempranamente [2,3] pero también en los ensayos en curso [4]. Sin embargo, como los resultados provisionales son nuevos y a menudo prometedores, pueden generar bastante interés, y puede acabar siendo engañoso si los resultados cambian. Describimos las características de las publicaciones provisionales de los ensayos aleatorios en curso y comparamos su consistencia y prominencia con sus publicaciones finales.
Métodos
Se realizaron búsquedas en PubMed de ensayos aleatorizados publicados entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2015 que incluyeran los términos “provisional”, “no maduro” o “inmaduro” en el título o resumen, excluyendo los estudios piloto, protocolos y ensayos de tratamientos contra el cáncer que informaran sobre el impacto en una variable primaria final (supervivencia libre de progresión) pero resultados secundarios provisionales (supervivencia general). Para identificar las publicaciones finales, buscamos en PubMed, ClinicalTrials.gov y Web of Science hasta el 1 de diciembre de 2016 y utilizamos los números de registro de los ensayos, los nombres de los autores y de los ensayos, grupos aleatorizados y tamaños de muestra planificados y los apareamos con los de los informes provisionales. Cuando no se encontró ninguna publicación definitiva, se envió un correo electrónico a los autores de los informes provisionales (20% [13/66] respondieron entre enero y septiembre de 2017).
Dos revisores (S.W. y L.M.S.) resumieron de forma independiente los datos y resolvieron los desacuerdos mediante discusión. Al comparar las publicaciones provisionales y finales tuvimos en cuenta si informaron la misma eficacia o resultado de seguridad, y las características del ensayo y la prominencia de la publicación (factor de impacto de la revista, puntuación de atención Altmetric para noticias y redes sociales) usando pruebas de diferencia pareada (McNemar o rango) para generar valores P de 2 colas (P <.05 se consideró estadísticamente significativo) y utilizando Stata versión 14.2 (StataCorp). Además, categorizamos conclusiones abstractas (no diferentes, beneficiosas o perjudiciales) y comparamos los cambios entre las publicaciones provisionales y las finales.
Resultados
Se informaron resultados provisionales en 613 de 1267 publicaciones seleccionadas. De estas, el 72% (n = 442) informaron sobre ensayos interrumpidos tempranamente (por sus beneficios, n = 105, por sus daños, n = 67, futilidad, n = 224 u otros problemas, n = 46). Los restantes 171 ensayos en curso (principalmente en oncología, cirugía o cardiología) informaron resultados provisionales de eficacia o seguridad (Cuadro 1, disponible en el enlace que aparece en el encabezado). Cuarenta por ciento (n = 68) de las publicaciones indicaron que el análisis intermedio se había incluido en el protocolo, pero la mitad (n = 86) no proporcionó ninguna razón.
Los resultados finales se publicaron para el 61% (n = 98) de los 160 ensayos cuyos resultados podrían haber sido publicados (es decir, más de 1 año después de la fecha de finalización del estudio especificada en el registro del ensayo). Entre los 73 pares que informaron la misma eficacia o resultado de seguridad, los análisis provisionales tuvieron menos participantes (mediana, 205 frente a 295 participantes) y un seguimiento más breve (mediana, 48 frente a 104 semanas) que los análisis finales (Cuadro 2, disponible en el encabezado). Las publicaciones provisionales y finales tuvieron una prominencia similar, y para la mayoría (79%, n = 58) las conclusiones abstractas no cambiaron: 32 concluyeron consistentemente que la intervención no fue diferente al efecto del comparador y 26 concluyeron sistemáticamente que la intervención fue beneficiosa. Veintiún por ciento (n = 15) cambiaron: 4 de no diferente a beneficioso, 3 de no diferente a nocivo (o posiblemente nocivo), 6 de beneficioso a no diferente, 1 de beneficioso a nocivo y 1 de inconcluso a no inferior (ver ejemplos en el Cuadro 2 en el enlace del encabezado). El cambio de beneficioso a perjudicial se produjo porque el daño de la dosis alta de imatinib, que redujo la supervivencia libre de eventos frente a la dosis estándar, surgió en la publicación final [5,6].
Discusión
Muchas publicaciones provisionales informaron los resultados del análisis sin mencionar si se había especificado en el protocolo o sin dar ninguna justificación. La frecuente no publicación de los resultados finales significa que los verdaderos efectos del tratamiento a menudo permanecen desconocidos. Las publicaciones provisionales y finales tuvieron una prominencia similar en las revistas y en los medios, y la mayoría llegaron a conclusiones similares. Sin embargo, en el 21% de los casos, los médicos podrían no haber recibido información adecuada sobre si una intervención fue beneficiosa, dañina o ineficaz. Las limitaciones incluyen la subestimación de publicaciones provisionales (texto completo no analizado), la tasa de publicación final (publicaciones no identificadas o ensayos elegibles para publicación clasificados erróneamente) y el alcance de los cambios en el análisis provisional y el final (solo se analiza un resultado clave).
La publicación provisional debe limitarse a los análisis que se pre-especifican en el protocolo, y se deben hacer cuando hay suficientes resultados para garantizar la estabilidad estadística y en situaciones que tengan pocas probabilidades de minar la integridad del ensayo (por ejemplo, no pueden pasar pacientes de un brazo a otro del ensayo cuando se comparan dos técnicas quirúrgicas y todos los pacientes han sido operados). Incluir rutinariamente la palabra “provisional” en el título y justificar el motivo por el que se publica ayudaría a alertar a los lectores sobre las incertidumbres inherentes. Las revistas, los autores y los financiadores deben comprometerse a hacer que los resultados finales sean accesibles vinculando las publicaciones provisionales con los informes finales, siempre que estén disponibles.
Referencias