Ética
Olivia Goldhill explica en un articulo publicado en Statnews [1] que además de las empresas farmacéuticas hay otras entidades que se están enriqueciendo con la pandemia de Covid 19 que no han recibido el mismo escrutinio público. Por ejemplo, como los fabricantes de vacunas no pueden producir suficientes dosis, han tenido que contratar a organizaciones de desarrollo y fabricación por contrato (CDMO), por ejemplo, Merck tiene un contrato para producir la vacuna de Johnson y Johnson y Sanofi está fabricando la de Pfizer. No provee cifras, pero afirma que estas operaciones son enormes, aunque probablemente no tengan un impacto muy significativo en los beneficios de estas dos grandes empresas.
Emergent Solutions, un fabricante de vacunas con sede en Maryland, más que quintuplicó sus beneficios netos entre 2019 (US$54,5 millones) y 2020 (US$305,1 millones). Esta empresa ha firmado acuerdos importantes con Operation Warp Speed (US$628 millones), J&J, AstraZeneca y Novavax, entre otros. Para cumplir con todos estos compromisos tuvo que adecuar la infraestructura, alquilar espacios y contratar a varios cientos de personas lo más rápidamente posible. J&J le pago inicialmente, en abril de 2020, US$135 millones por la configuración y transferencia de tecnología, seguido de US$480 millones por dos años de servicios de fabricación. AstraZeneca pagó en junio US$87 millones para reservar capacidad y trabajo de desarrollo, seguido de un contrato de US$174 millones para fabricación en 2021.
El año pasado, la demanda de trabajadores fue tan intensa en toda la industria, que algunas empresas ofrecieron bonificaciones por de cinco cifras para los empleados de manufactura de bajo nivel.
Una vez que Emergent y otras similares producen la sustancia a granel que se utiliza en las vacunas, estos materiales se envían a los fabricantes de llenado y acabado, que empaquetan las vacunas en viales y también se benefician del trabajo por Covid-19. Una de esas empresas, Catalent, que está trabajando con J&J, Moderna y AstraZeneca, obtuvo US$3.100 millones en ingresos netos en el año fiscal 2020 (que finaliza el 30 de junio de 2020), un 24% más que los US$2.500 millones recaudados en 2019. La empresa anticipa que los ingresos netos alcanzarán casi US$4.000 millones en el año fiscal actual.
Catalent también tuvo que hacer inversiones importantes en infraestructura. En total, Catalent, con sede en Nueva Jersey, cuenta con nueve instalaciones de envasado clínico en América del Norte, Europa y Asia, participa en más de 50 programas de tratamientos y vacunas Covid-19, según el informe de los analistas de Moody 2020.
Tanto los fabricantes de materias primas como las empresas de llenado y acabado se enfrentaron a la presión de abandonar el trabajo existente en respuesta a la pandemia de Covid-19. Los costos de deshacerse de los compromisos anteriores generalmente se transfieren a los nuevos clientes como recargos por tarifa de desplazamiento. No está claro qué trabajo se detuvo a favor de la producción de la vacuna Covid-19 y su impacto potencial en los medicamentos esenciales. Horizon, el desarrollador del medicamento para la tiroides Tepezza, culpó de la reciente escasez del medicamento a la decisión de Catalent de cancelar los espacios de fabricación previamente garantizados.
Otra área importante de ganancias relacionadas con las vacunas son los ensayos de las vacunas Covid-19, donde las organizaciones de investigación por contrato (CRO) que administran los ensayos también han cosechado recompensas. Entre las CROs importantes figuran PPD, ICON e IQVIA. PPD, organizó la logística para 140 ensayos terapéuticos y de vacunas Covid-19. Generó US$160,6 millones en ingresos netos en 2020, en comparación con US$52,8 millones en 2019, agregó 3.000 empleados que trabajaron “horas extraordinarias, en muchos casos siete días a la semana”.
IQVIA participó en más de 300 ensayos para varias vacunas y tratamientos Covid-19, incluyendo los ensayos de las vacunas de AstraZeneca y J&J. La empresa contrató a más de 3.000 personas durante todo el año para hacer frente a las exigencias de los ensayos. En general, la compañía tuvo ingresos netos por US$308 millones en 2020, en comparación con US$227 millones el año anterior.
No hay duda de que el Covid ha generado mucho trabajo y muchos beneficios para todos los involucrados en el desarrollo y la producción de tratamientos y vacunas Covid. Sin embargo, este crecimiento tan rápido no ha estado libre de problemas, que no siempre se divulgan, pero uno de los que sí fue ampliamente comentado fue la contaminación accidental de un lote de vacuna en Emergent, por lo que se tuvieron que descartar hasta 15 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson. También se detectaron en la planta de Baltimore problemas por falta de personal capacitado y de sistemas adecuados para el control de calidad, incluyendo desinfección inadecuada y falta de protección contra la contaminación de los lotes de vacunas
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