En 2020, la EMA tomó la decisión de incluir al sarcoma de Kaposi en la lista de efectos adversos del resumen de características del producto (RCP) de especialidades farmacéuticas que se basan en un inhibidor del FNT alfa: adalimumab, certolizumab pegol, etanercept, golimumab y infliximab (todos son inmunosupresores) [1].
Esta decisión fue motivada por la publicación de observaciones detalladas y por informes registrados en la base de datos europea de farmacovigilancia, incluyendo 37 casos con infliximab, 24 con adalimumab y 13 con etanercept [2,4].
El sarcoma de Kaposi es un trastorno vascular proliferativo que se manifiesta con tumores diseminados (a menudo como protuberancias) de color azul, morado o marrón, que afectan la piel, las membranas mucosas de la boca, el tracto gastrointestinal y el tracto respiratorio. Las lesiones pulmonares y gastrointestinales, o las lesiones en otros órganos viscerales son más graves que las lesiones cutáneas [5,6].
El sarcoma de Kaposi se debe a la infección por el virus de herpes humano tipo 8 (VHH-8). Algunas de sus formas se asocian a la inmunosupresión, como las que se observan en pacientes trasplantados o en pacientes infectados por VIH que no están recibiendo un tratamiento antirretroviral eficaz [5,6].
En la práctica, los inhibidores del FNT alfa, al igual que otros inmunosupresores, conllevan el riesgo de sarcoma de Kaposi, posiblemente debido al incremento de la sensibilidad a la infección por el virus de herpes humano tipo 8 (VHH-8).
Referencias