Resumen
Objetivos. Los datos internacionales sugieren que el tratamiento del dolor de la artritis inflamatoria (AI) frecuentemente incluye la prescripción de opiáceos, a pesar de que hay escasa evidencia de su eficacia y pueden ser perjudiciales. Se evaluó la prescripción de analgésicos a pacientes ingleses con artritis inflamatoria que acudieron al Servicio Nacional de Salud.
Métodos. Se analizó repetidamente el Archivo de Consultas en Atención Primaria (datos de consulta y prescripción en atención primaria en nueve consultorios entre 2000 y 2015) para evaluar la prevalencia anual de prescripción de analgésicos en: (i) casos de artritis inflamatoria (artritis reumatoidea -AR, artritis psoriásica -PsA o espondiloartritis axial [SpA]), y en (ii) hasta cinco controles emparejados por edad, sexo y práctica. Las prescripciones de analgésicos se clasificaron en básicos, opioides, gabapentinoides y AINEs orales, y se subclasificaron en tratamientos crónicos e intermitentes (≥3 y 1-2 prescripciones por año natural, respectivamente).
Resultados. En el año 2000, hubo 594 casos y 2.652 controles, aumentando a 1.080 casos y 4.703 controles en 2015. En todos los años, la mayoría (65,3-78,5%) de los casos recibieron analgésicos, mientras que la prevalencia de uso fue más baja (37,5-41,1%) entre los controles. La prescripción de opioides disminuyó entre 2000 y 2015, pero siguió siendo frecuente: el 45,4% (IC del 95%: 42,4%, 48,4%) recibieron al menos 1 opioide y el 32,9% (IC del 95%: 29,8%, 36,0%) ≥3 prescripciones de opioides, respectivamente, en 2015. La prevalencia de prescripción de gabapentinoides aumentó del 0% en 2000 al 9,5% (IC 95%: 7,9%, 11,4%) en 2015, y la prevalencia de prescripción de AINEs orales cayó del 53,7% (IC 95%: 49,6%, 57,8%) en 2000 a 25,0% (IC 95%: 22,4%, 27,7%) en 2015. A lo largo de los años, la prescripción de analgésicos fue más frecuente en la artritis reumatoidea que en la artritis psoriásica o en la espondiloartritis axial, y 1,7-2,0 veces mayor en los casos que en los controles.
Conclusiones. La prescripción de analgésicos en la artritis inflamatoria es frecuente. Esto está en desacuerdo con la evidencia existente sobre la eficacia y los riesgos de los analgésicos, y con las guías. Se necesitan intervenciones para mejorar la prescripción de analgésicos en esta población.