En agosto de 2023, la Comisión Europea revocó el permiso de comercialización que se había otorgado al anticuerpo monoclonal crizanlizumab (Adakveo) para prevenir las crisis vasooclusivas recurrentes en pacientes con enfermedad de células falciformes de 16 años y mayores (a) [1].
El crizanlizumab obtuvo el permiso de comercialización condicional en la UE en 2020; en base a un único ensayo clínico aleatorizado, de doble ciego y controlado con placebo llamado “Sustain”. Según la EMA, en este ensayo clínico, el crizanlizumab mostró un “beneficio clínico” para prevenir las crisis vasooclusivas recurrentes en la enfermedad de células falciformes. Pero los datos estaban incompletos: existía “algo de incertidumbre sobre la magnitud del efecto de Adakveo”. Según nuestro propio análisis, los resultados de este ensayo clínico no fueron convincentes debido a sus fallas metodológicas, y no pudo demostrar que el crizanlizumab tuviera una eficacia tangible para tratar este problema [2,3].
Por lo tanto, el crizanlizumab recibió el permiso de comercialización con la condición de que se ejecutara otro ensayo clínico controlado con placebo (el ensayo clínico “Stand”) [2,3]. Los resultados de este ensayo clínico se publicaron en 2023. En este estudio aleatorizado y de doble ciego que incluyó a 252 pacientes, no se demostró que el crizanlizumab fuera más eficaz que un placebo para reducir el número de crisis vasooclusivas que requirieron una consulta médica; se notificaron aproximadamente 2,5 crisis por año en ambos grupos. La proporción de pacientes que experimentaron eventos adversos graves fue más alta en el grupo crizanlizumab (42%) que en el placebo (31%). Esta diferencia entre los grupos fue más marcada que en el primer ensayo clínico. Basándose en estos resultados, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) llegó a la conclusión de que el balance riesgo-beneficio del crizanlizumab es desfavorable [1,2].
En 2023, a falta de una mejor alternativa, el tratamiento de elección para los pacientes que experimentan crisis vasooclusivas frecuentes provocadas por la enfermedad de células falciformes sigue siendo la hidroxicarbamida (conocida también como hidroxiurea) y, como alternativa, las transfusiones de sangre o las exanguinotransfusiones [3].
En resumen, los permisos de comercialización condicionales exponen a los pacientes a medicamentos que tienen un balance riesgo-beneficio particularmente dudoso, con un riesgo alto de que posteriormente se demuestre que eran más dañinos que beneficiosos, como ha sido el caso del crizanlizumab. La decisión de otorgar un permiso de comercialización condicional a este medicamento fue más cuestionable que en otros casos porque se disponía de otras opciones con un balance riesgo-beneficio favorable.
Notas
Referencias