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Un desliz científico resultó en el uso inadecuado de un medicamento para prevenir los partos prematuros

Salud y Fármacos, 23 de mayo de 2024
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Farmacovigilancia 2024; 27 (2)

Tags: Makena, caproato de hidroxiprogesterona, parto prematuro, prevenir el parto prematuro, 17P, progesterona

La FDA ha exigido la retirada del mercado de Makena (caproato de hidroxiprogesterona) porque no se pudieron replicar los resultados de un ensayo clínico clave. Un artículo publicado en Stat [1] revela que las publicaciones del estudio que utilizó la FDA para aprobar Makena confundió los nombres de dos moléculas distintas: 17P y progesterona. Ese error, tuvo un impacto importante en la literatura y provocó que a algunas mujeres recibieran, por error, inyecciones de altas dosis de progesterona para reducir el riesgo de parto prematuro.

La confusión entre 17P y progesterona en la literatura científica es generalizada. STAT revisó docenas de artículos publicados desde 2003 que combinan incorrectamente los compuestos, incluyendo publicaciones en revistas de alto prestigio. Algunos de los médicos con los que habló STAT en ocasiones confundieron un compuesto con el otro, incluso al intentar explicar sus diferencias.

El error científico tiene sus raíces en un estudio publicado en 2003 en el New England Journal of Medicine, que se centró en prevenir el parto prematuro en mujeres con antecedentes de haber dado a luz prematuramente. El estudio reclutó a unas 450 mujeres en 19 centros clínicos y probó la eficacia del caproato de 17 alfa-hidroxiprogesterona, abreviado como 17P. Los investigadores encontraron que el 17P administrado semanalmente como inyectable a partir de la semana 16 de gestación reducía significativamente la tasa de parto prematuro, que fue de 36% entre las mujeres tratadas y de 55% en el grupo de control. Solo hubo un problema: los autores se refirieron al grupo experimental como el “grupo de progesterona”, a pesar de que el 17P es una progestina, un metabolito sintético de la progesterona.

La progesterona es una hormona natural producida por los ovarios, la placenta y las glándulas suprarrenales, y sirve para regular el revestimiento del útero. Las empresas también pueden fabricar la hormona.

Las progestinas, como la 17P, son compuestos sintéticos que simulan los efectos de la progesterona al interactuar con sus receptores. Se utilizan en la anticoncepción y en el reemplazo hormonal durante la menopausia, y sus efectos difieren según las características específicas de cada compuesto.

Los autores del artículo original dicen que no fueron muy precisos con el uso de los términos, y algunos afirmaron que no se requiere ninguna corrección porque el 17P es “una forma de progesterona”. Otros expertos no están de acuerdo y dicen que no es exacto referirse al 17P como una forma de progesterona ya que “es un metabolito de la progesterona”.

Por otra parte, un portavoz de la FDA dijo que la decisión de la FDA de aprobar Makena no se vio influida por una confusión entre 17P y progesterona. “Las acciones de la FDA sobre Makena se basaron en su ingrediente activo, caproato de 17-alfa-hidroxiprogesterona o caproato de 17-hidroxiprogesterona, y los datos presentados en los documentos regulatorios se refieren específicamente a ese ingrediente activo”, dijo April Grant, responsable de prensa de la FDA. De hecho, Makena finalmente fue retirada del mercado porque un ensayo confirmatorio no logró demostrar que el medicamento fuera eficaz para prevenir el parto prematuro, algo que no tiene nada que ver con la confusión entre 17P y progesterona.

Sin embargo, el uso impreciso de los términos ha provocado que algunas mujeres recibieran tratamiento con progesterona en lugar de 17 P. El riesgo de confundir estos dos productos se vio exacerbado por el elevado precio de Makena, ya que para facilitar el acceso, la FDA permitió que las farmacias que elaboran fórmulas magistrales siguieran fabricándolo, aún después de la aprobación de Makena. El precio de lista de Makena era US$1.500 por inyección semanal, lo que significa que el costo total para alguien que pagara de su bolsillo y comenzara el tratamiento en la semana 20 de embarazo podía alcanzar los US$30.000. Eso es entre 70 y 150 veces el costo de una versión galénica de 17P (una versión elaborada en las farmacias combinando sus ingredientes activos) que se vendía a entre US$10 y US$20 la dosis.

“El alcance de la confusión ha sido tal que, en reuniones científicas nacionales, algunos académicos han afirmado que el 17P es un esteroide natural producido por la placenta humana. Los médicos y las organizaciones profesionales han utilizado el término progesterona y el caproato de 17α-hidroxiprogesterona de forma indistinta, lo que implica que estos dos compuestos son iguales. Sin embargo, existen diferencias químicas, biológicas y farmacológicas entre los dos. Las indicaciones clínicas también difieren”, advirtieron los autores de un editorial en el American Journal of Obstetrics and Gynecology (AJOG) que destacó la persistente confusión. Los editores de la AJOG han dicho que tomarán medidas para corregir los artículos afectados.

Referencia

  1. Merelli, A How a scientific slip-up caused a pregnant woman to get an untested treatment for preterm birth. Stat, April 22, 2024. https://www.statnews.com/2024/04/22/progesterone-17p-makena-confused-in-scientific-papers-medical-practice/
creado el 6 de Junio de 2024