Nicholas Wise, un investigador de la Universidad de Cambridge que, entre otras cosas, trata de identificar fraudes científicos, descubrió en Facebook que además de las ofertas de compra y venta de espacios para autores y revisores de artículos científicos, alguien que se hacía llamar Jack Ben, de una firma cuyo nombre chino se traduce como Olive Academic, optó por dirigirse a los editores de revistas, ofreciendo grandes sumas de dinero (hasta US$20.000 o más) a cambio de aceptar artículos para su publicación, y según el anuncio, más de 50 editores de revistas ya se habían inscrito. The Scientist publicó un artículo sobre este tema [1], que resumimos a continuación.
Un empleado de la agencia que promueve las buenas prácticas de publicación, el UK Integrity Office, y que es miembro del Comité de Ética de Publicaciones, dijo que el negocio de las publicaciones fraudulentas mueve decenas de millones de dólares, y ahora quieren sobornar a los editores y colocar a sus propios agentes en los consejos editoriales para asegurar la publicación de sus manuscritos.
Una investigación realizada por Science y Retraction Watch, en colaboración con Wise y otros expertos de la industria, identificó varias publicaciones fraudulentas y más de 30 editores de revistas de renombre que parecen estar involucrados en este tipo de actividad. Muchos fueron editores invitados de números especiales, que son particularmente vulnerables a abusos porque se editan por separado de la revista regular. Pero varios eran editores habituales o miembros de consejos editoriales de revistas. Y esto probablemente sea sólo la punta del iceberg.
Cuando el autor del artículo publicado en Science se puso en contacto con Jack Ben, le dijo “Tengo muchos clientes que quieren publicar” y añadió que necesitaba socios que le ayudaran a publicar los artículos en las revistas. “La primera vez pagaremos así: después de aceptar, la mitad, y después de publicar en línea, la otra mitad”, explicó Ben, señalando que la cuantía del soborno dependería de la revista. “Puedes ofrecer tu precio”. Al darse cuenta de que estaba hablando con un periodista negó haber pagado a editores, alegando que su empresa sólo ofrecía asesoramiento sobre manuscritos, y la mayoría de las publicaciones incriminatorias de su perfil de Facebook desaparecieron.
La naturaleza del trabajo de Jack Ben se revela en este ejemplo. En LinkedIn, Malik Alazzam se describe a sí mismo como un “editor de revistas Scopus e ISI”, refiriéndose a revistas incluidas en dos bases de datos de renombre, así como ex investigador y profesor asistente en Arabia Saudita, Malasia y Jordania. La conexión de Alazzam con Olive Academic es evidente en las capturas de pantalla de las publicaciones de Ben en Facebook para reclutar a nuevos editores y anunciarse a los autores. Uno de los dos artículos cuyos títulos se pudieron discernir, “Factores que influyen en la recuperación de la función gastrointestinal después de un tumor maligno gastrointestinal”, se publicó en un número especial del Journal of Healthcare Engineering de Hindawi en 2021 y fue editado por Alazzam. Tres días después de que se aceptara el artículo, las capturas de pantalla muestran que Olive Academic pagó US$840 a Tamjeed Publishing; El sitio web de la empresa enumera a Alazzam como el único miembro del equipo, y el perfil de LinkedIn de Alazzam dice que es editor allí. Otros pagos, de hasta US$16.300 mostraban la primera y la última letra del nombre del destinatario: “M” y “ZZAM”.
Wise cree que la actividad de Tamjeed va más allá de Alazzam y que la empresa actúa como intermediario, compartiendo los pagos de las fábricas de manuscritos con múltiples editores, entre ellos Omar Cheikhrouhou de la Universidad de Taif en Arabia Saudita y la Universidad de Sfax en Túnez. Cheikhrouhou fue el editor del otro artículo identificable de las publicaciones de Ben en Facebook, “Relación entre la capacidad de administración de las empresas y la formación en la capacidad de innovación de los estudiantes universitarios, basado en la minería de datos y la investigación empírica”, que recaudó US$1.050 para Tamjeed dos días después de su aceptación en una edición especial Mobile Information Systems de Hindawi. Cheikhrouhou y Alazzam han editado otros números especiales de Hindawi y actualmente son editores invitados de varias revistas publicadas por el Multidisciplinary Digital Publishing Institute (MDPI) y IMR Press.
Los dos artículos identificados fueron retirados el 1 de noviembre de 2023, cuando Hindawi y su empresa matriz, Wiley, retiraron miles de artículos en números especiales debido a que la revisión por pares había sido irregular. (En diciembre, Wiley anunció que “pondrá fin a la marca Hindawi”).
Olive Academic y Tamjeed están lejos de ser las únicas firmas que emplean editores con credenciales cuestionables, o incluso inventadas completamente. Tanu.pro, por ejemplo, parece haber contratado a una editora que todavía era estudiante o acababa de obtener su maestría. Esta editora aceptó varios artículos de una fábrica de manuscritos. La mayoría de casi una docena de editores de números especiales vinculados a Olive Academic también ha ocupado puestos regulares de editor en revistas publicadas por Wiley, Elsevier y otros.
Un portavoz de Elsevier dijo que cada semana las fábricas de manuscritos ofrecen dinero en efectivo a sus editores a cambio de aceptar manuscritos. Sabina Alam, directora de ética e integridad editorial de Taylor & Francis, dijo que los intentos de soborno también se han dirigido a sus editores de revistas.
Aunque los editores han intensificado sus esfuerzos contra el fraude, incluyendo el establecimiento de un centro para compartir información, los críticos dicen que es demasiado poco y demasiado tarde.
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