En 2023, un centro regional de farmacovigilancia francés publicó el caso clínico de una adolescente de 14 años que se presentó en un servicio de urgencias con mareos, enrojecimiento, debilidad, dolor abdominal y taquicardia (130 latidos por minuto). Los síntomas habían comenzado cuatro días antes, cuando empezó a tomar ciproheptadina (Periactin u otras marcas) en una dosis de un comprimido tres veces por día. Los síntomas remitieron después de suspender el medicamento. La paciente afirmó que había decidido tomar ciproheptadina para aumentar de peso, después de ver algunos mensajes en TikTok [1].
La ciproheptadina es un antihistamínico sedante con efectos antimuscarínicos, antagonistas de la serotonina y bloqueadores alfa y del canal de calcio. Conlleva un riesgo de sufrir numerosos efectos adversos, por ejemplo: somnolencia; efectos antimuscarínicos (asociados a su acción alfabloqueante); y daño hepático [2-5]. Su efecto estimulante del apetito parece estar asociado al antagonismo de la serotonina [3,6].
La ciproheptadina se ha comercializado en Francia desde la década de 1960 [4]. Casi treinta años después, debido a la falta de datos concluyentes, ya no está autorizada para estimular el apetito, pero aún se comercializa como antihistamínico, aunque no aporta ningún beneficio [3,6]. En 2023, no hay datos concluyentes sobre su uso a largo plazo [5].
En la práctica, los efectos adversos de la ciproheptadina son desproporcionados en relación con su limitado beneficio como medicamento. Se debería desaconsejar su uso.
Referencias