Precios
Una semana como cualquier otra en la industria farmacéutica
Daniel Hoffman President, Pharmaceutical Business Research Associates
The Inquirer, September 22, 2016
http://www.philly.com/philly/blogs/healthcare/A-week-like-any-other-in-pharma.html
Traducido por Salud y Fármacos
Considere las siguientes noticias de la industria farmacéutica que surgieron la semana pasada. Luego, decida cómo clasificaría a una industria que genera este tipo de noticias, semana tras semana.
El viernes pasado la página web de la FDA publicó el aviso de violación que el 8 de Septiembre envió a dos compañías farmacéuticas, Durect y Pain Thereapeutics [1]. Las dos empresas están colaborando para obtener el permiso de comercialización de un nuevo producto de oxicodona, Remoxy ER, que actualmente está siendo revisado por la FDA. El problema fue que las empresas publicaron, en su sitio web, información sobre los atributos del producto que todavía no han sido aceptados ni aprobados por la FDA.
Como ejemplo, la agencia señaló que los sitios web describen a Remoxy ER como de “acción prolongada” y “en envase resistente a la manipulación”. La regulación de la industria farmacéutica claramente prohíbe este tipo de acciones, porque las empresas solo pueden promover funciones/características que la FDA ha autorizado que aparezcan en la etiqueta/ficha técnica. Sin embargo, las declaraciones que aparecen en sus páginas web implican que esas características son “hechos comprobados”, cuando la FDA no ha decidido si realmente se aplican a Remoxy ER.
¿Fue sólo un descuido del equipo de marketing o un esfuerzo deliberado para avanzar sus ventas? En realidad, cuando se tiene en cuenta el gran esquema de las cosas no importa, porque la cultura en muchas compañías farmacéuticas es la de ir poniendo presión constantemente para ampliar los límites de lo que es legal y ético. ¿Es cierto que en algunos casos resulta en un mazazo por parte de los reguladores? La mayoría de las veces la cultura de la empresa no lo considera un gran problema. .
El fin de semana, se conocieron los detalles más sórdidos sobre las tácticas de Mylan y su inyector EpiPen. EpiPen es el tratamiento de emergencia para las reacciones alérgicas graves. Mylan ha incrementado su precio al por mayor en casi un 500% desde 2009, hasta el punto que ahora cuesta a los consumidores hasta US$600 para un paquete de dos.
La manipulación de los precios que Mylan lleva haciendo desde hace varios años generó una avalancha de protestas de los consumidores, así como fuertes críticas de los medios de comunicación y el Congreso. Luego, el viernes pasado, el New York Times informó [2] que Mylan había tratado de sofocar la indignación de los consumidores y proteger sus ganancias.
La compañía, cuyo CEO, Heather Bresch, es hija del senador estadounidense Joe Manchin (D-Virginia Occidental), propuso añadir EpiPen a una lista federal de servicios preventivos. Tal inclusión requeriría que los que pagan por medicamento, como las compañías privadas de seguros, el gobierno y los empleadores, pagaran por el EpiPen, sin transferir el costo a los consumidores.
Luego, el martes de esta semana, USA Today [3] informó que Gayle Manchin, la madre de Bresch y esposa del senador Manchin, desde su puesto como presidenta de la Asociación Nacional de Juntas Estatales de Educación, presionó a los estados para que persuadieran o incluso exigieran a sus respectivas escuelas que compraran EpiPens y los mantuvieran a mano.
La presión y los pagos de la industria farmacéutica a nivel estatal se han minusvalorado durante mucho tiempo. Así que la noticia del lunes nos sorprendió, la Associated Press y Vice Medica [4] informaron que durante la última década la industria farmacéutica había gastado “más de $ 880 millones para oponerse a las leyes que limitan la disponibilidad de opioides potentes en los Estados Unidos”. Pharma está en contra de que se impongan controles más estrictos al acceso a los opioides, a pesar de estar pasando por una epidemia en la mueren 40 personas diarias por sobredosis de estos medicamentos contra el dolor. Según el informe, las compañías farmacéuticas gastaron más de ocho veces lo que gastó la industria militar en cabildeo para avanzar su agenda durante el mismo periodo.
La reacción individual de las compañías farmacéuticas y del grupo que representa a la industria, PhRMA, a la divulgación de información sobre los asombrosos aumentos de precio tiene como objetivo disociarse de los que más han abusado. La táctica perdura a pesar de que hay indicios de que las empresas farmacéuticas más grandes, las más “responsables” siguen robando los bolsillos de los consumidores y contribuyentes estadounidenses con aumentos anuales de precios que cuando se presentan como porcentajes aparentan ser más pequeños.
Ahora parece que no es sólo un pequeño puñado de empresas farmacéuticas que imponen incrementos exponenciales de precios.
El miércoles, varios medios de comunicación, divulgaron que el año pasado, Novum Pharma de Indianápolis compró los derechos para comercializar la crema para el acné Aloquin, un producto que consta de dos ingredientes baratos. Casi inmediatamente aumentaron su precio en un 1,100%. Ahora, menos de 18 meses después, el precio de Novum es un 3.900% superior. Un solo tubo cuesta casi US$10.000.
El enfoque de Novum en el negocio de la dermatología parece estar bastante claro. Durante el mismo período, la compañía también aumentó el precio de otra crema para la piel, Alcortin A, por la misma cantidad, incluso cuando regateaban con los consumidores por un tercer ungüento, Novacort, que pasó de costar US$4.186 por tubo a US$7.142.
Recientemente, una serie de compañías farmacéuticas han renovado su interés en el negocio de la dermatología. Como muchos de estos productos tienen objetivos cosméticos no hay tanta participación de los que pagan los medicamentos, que puede controlar la especulación de precios. Por otra parte, los gastos de I + D para los productos dermatológicos son típicamente bajos y una empresa puede cubrir un gran mercado nacional, como los EE.UU., con un poco más de 100 representantes.
Por desgracia, si se trata de una semana normal para la industria farmacéutica, sigue vigente la pregunta de si es peor que otros sectores, como los banqueros, que también operan con una avaricia immoral. El hecho de que Wells Fargo pagara una multa de US$185 millones por abrir cuentas no autorizadas a nombre de millones de usuarios no es muy probable que desaliente a otras empresas de servicios financieros de cometer violaciones semejantes.
Después de todo, estos y muchos otros sectores de la economía de Estados Unidos buscan imitar a Wall Street y, como el ex fiscal de Nueva York observó una vez, Wall Street se inspiró por la mafia.
Referencias