Farmacovigilancia
Precauciones
Estatinas. El uso de estatinas se vinculó a miositis inflamatoria idiopática (Statin use linked to idiopathic inflammatory myositis)
Fran Lowry
Medscape, 31 de julio de 2018
https://www.medscape.com/viewarticle/900021
Traducido por Medscape
La exposición a medicamentos derivados de estatinas se asoció al desarrollo de miositis inflamatoria idiopática, señala nueva investigación [1].
En un estudio, basado en la población de casos y controles en adultos de 40 años y más en el sur de Australia, hubo un incremento de casi dos veces en la probabilidad de exposición a estatina en pacientes con miositis inflamatoria idiopática en comparación con los controles.
El hallazgo fue publicado el 30 de junio en la versión electrónica de JAMA Internal Medicine.
“Queremos subrayar la importancia de que las personas con niveles de riesgo adecuados tomen sus estatinas, pero cuando los pacientes presentan debilidad muscular o mialgias, los médicos deben de tomar en cuenta la posibilidad de miositis inflamatoria”, dijo a Medscape el autor principal, Gillian E. Caughey PhD, de la Facultad de Medicina, Universdad de Adelaida, Australia.
Los efectos adversos musculoesqueléticos relacionados con el uso de estatinas están bien documentados e incluyen mialgia, que se estima afecta a 7% – 29% del total de usuarios de estatina, y rabdomiólisis, un trastorno raro con una incidencia de 0,4 por 10.000 años-persona. Sin embargo, estos efectos adversos se resuelven cuando se suspende el tratamiento con estatina, dijo Caughey.
La miositis inflamatoria idiopática es un grupo de trastornos musculares, autoinmunitarios clínicamente heterogéneos, raros, con una incidencia estimada de 0,1 por 100.000 personas por año a 1,0 por 100.000 personas por año.
“Son trastornos debilitantes graves que pueden originar incapacidad permanente y muerte y lamentablemente, no desaparecen cuando se suspende la estatina, pues ésta ha desencadenado una respuesta autoinmunitaria. Por este motivo estos pacientes necesitan tratarse intensivamente con esteroides para hacer lo posible por controlar el trastorno”, dijo.
Caughey y sus colaboradores identificaron 221 pacientes con diagnóstico de miositis inflamatoria idiopática confirmada mediante estudio histológico de la Base de Datos de Miositis de Australia Meridional entre 1990 y 2014.
Los controles de edad y género equiparables basados en la población (n = 662), se obtuvieron del North West Adelaide Health Study entre 2004 y 2006.
Sesenta y ocho (30,8%) de los pacientes con miositis inflamatoria idiopática estuvieron expuestos a estatinas cuando se les estableció el diagnóstico, en comparación con 142 (21,5%) de los controles (p = 0,005).
Hubo un incremento de casi el doble en las probabilidades de exposición a estatina en pacientes con miositis inflamatoria idiopática en comparación con controles, para un odds ratio ajustado (ORa) de 1,79 (IC 95%: 1,23 – 2,60; p = 0,001).
Cuando se excluyó del análisis a pacientes con miositis necrosante, los resultados fueron similares (ORa: 1,92; IC 95%: 1,29 – 2,86; p = 0,001).
Los investigadores también encontraron un aumento en el número total de casos de miositis inflamatoria idiopática y en la proporción de pacientes con miositis inflamatoria idiopática expuestos a estatinas entre 2000 y 2014. Desde el 2000 al 2002, 1 de cada 18 pacientes (5,6%) con miositis inflamatoria idiopática estuvo expuesto a una estatina, y esta cifra se incrementó a 21 de cada 43 (48,8%) de 2012 a 2014.
Durante este periodo, el uso de estatinas en la población australiana aumentó, desde 62.378 por 100.000 de población de 2000 a 2002, hasta 109.922 por 100.000 de 2012 a 2014.
“Una de las fortalezas de nuestro estudio es la base de datos que utilizamos. Todos estos casos tuvieron un diagnóstico confirmado histológicamente, en vez de que solo alguien reportara dolores y molestias musculares, de manera que sabíamos que tenían miositis inflamatoria y también estábamos al tanto del subtipo”, dijo Caughey.
“Otra fortaleza, y uno de los hallazgos sorprendentes, fue que al excluir la miositis necrosante de nuestro análisis de sensibilidad, todavía encontramos una asociación significativa de la exposición a estatina con otros tipos de miositis inflamatoria”, dijo.
En una nota del editor adjunta, el Dr. Gregory Curfman, del Brigham and Women’s Hospital y de de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, advierte que el estudio evaluó la exposición a estatina por los antecedentes de medicación en el registro médico para los casos de miositis inflamatoria idiopática y por los registros de surtimiento de la prescripción en los controles, lo cual puede haber dado lugar a sesgo de clasificación incorrecta [2].
“Por consiguiente, la asociación de la miositis inflamatoria idiopática con el tratamiento mediante estatina comunicada por Caughey y colaboradores no puede considerarse definitiva, aunque es probable que estos sean los mejores datos disponibles en la actualidad”.
El Dr. Curfman concluyó que la miopatía relacionada con estatina y otros trastornos musculares como resultado del tratamiento con estatina “seguirán siendo una inquietud para los pacientes y un diagnóstico esquivo para los médicos. Este efecto adverso debilitante señala la importancia de prescribir estatinas solo a pacientes que claramente tendrán un beneficio neto”.
Caughey y el Dr. Curfman han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Referencias