Agencias Reguladoras
Mary Louise Kelly es una periodista de la radio pública de EE UU que entrevistó a un delator que denunció la mala gestión de la pandemia por la Administración Trump. Rick Bright fue uno de los principales científicos de vacunas del gobierno federal, dirigió el Biomedical Advanced Research and Development Authority o BARDA, que es una agencia federal que desarrolla vacunas y tratamientos. Fue destituido de su puesto en abril, pero no dejó el gobierno, fue reasignado a lo que él considera que era un rol menor en los NIH, es decir, los Institutos Nacionales de Salud. Rick Bright presentó una denuncia de delator de irregularidades, alegando interferencia política.
Bright dice que [la administración] ignoraba su trabajo y el de otros científicos para lograr objetivos políticos y promover las aspiraciones de reelección del presidente Trump. Pero Rick Bright permaneció en el trabajo hasta esta semana, cuando renunció a su trabajo en los NIH y en el gobierno federal. Cuando hoy hablé con él, le pregunté: ¿cuál fue la gota que colmó el vaso? ¿Por qué salir ahora?
Rick Bright: Creo que la respuesta al por qué ahora, durante la última semana, se debe a mi degradación y reasignación. El trabajo que me asignaron, lo terminé. Durante las últimas cuatro o seis semanas, he tenido poco que hacer. Me ha quedado dolorosamente claro que la administración Trump no valora mis décadas de experiencia en el desarrollo de medicamentos, vacunas y pruebas diagnósticas, y no puedo quedarme de brazos cruzados y ver morir a la gente sin hacer algo al respecto.
Es importante retroceder: desde el comienzo de esta pandemia, la administración, nuestros altos funcionarios de salud pública, en quienes confiamos para protegernos y salvar nuestras vidas frente a estos eventos, estaban tomando medidas imprudentes y promoviendo medicamentos que no eran seguros, que no han demostrado ser eficaces y, de hecho, podrían ser muy dañinos y causar la muerte. Y cuando supe que su plan y estrategia era sacar algunos de estos medicamentos a la calle y poner vidas en riesgo, hablé. Hice lo que no se espera que un empleado federal haga. Rompí el protocolo, que básicamente es complicidad: sentarme y callar.
Kelly: Me imagino que Usted no hablaba de todo eso directamente con el presidente, sino con superiores a los que debe informar, incluyendo científicos muy respetados en este gobierno. ¿Le estaban instando a ignorar lo que estaba pasando y seguir las prioridades políticas?
Bright: Me decían que siguiera la política. Ese era el mandato de la Casa Blanca. No teníamos elección. No tuve más remedio que hacerlo y hacerlo lo más rápidamente posible.
Kelly: El presidente Trump tuiteó que eras y cito, “un empleado descontento, que no agradabas a las personas con las que hablé y que no le respetan”, A esto ¿qué dice?
Bright: Bueno, en primer lugar, lo estamos escuchando demasiadas veces de este presidente. Entonces, cualquiera que hable y diga la verdad ahora es etiquetado por el presidente Trump como empleado descontento. Entonces vemos que hay un patrón, es realmente triste pero los que dicen la verdad están siendo denigrados y criticados por el presidente de EE UU. Mi historial habla por sí solo. Tenemos una organización realmente fuerte en BARDA. La FDA nos ha aprobado 54 medicamentos, vacunas y pruebas diagnósticas. Estos son medicamentos que salvan vidas y que hoy protegen la salud de las personas, en nuestra nación y en todo el mundo.
Estábamos avanzando mucho. Establecimos una estrategia en enero, antes de que el presidente estuviera dispuesto a admitir que teníamos un problema. Implementamos esa estrategia a principios de febrero, antes de que el presidente estuviera dispuesto a decirles a los estadounidenses la verdad sobre esta pandemia. Así que, desde todos los ángulos, el presidente de EE UU dio falsas garantías a los estadounidenses; he estado animando a nuestro equipo a avanzar de la manera más agresiva posible. Sabía que teníamos una situación mortal en nuestras manos. La mayoría de los científicos sabían que teníamos en nuestras manos una situación mortal. Tomé la decisión de seguir adelante, aunque significara ir en contra de la narrativa del presidente.
Kelly: Déjeme pasar al tema de la vacuna. En su denuncia, su denuncia de delator describe que recibió una presión tremenda para tener una vacuna lista para el día de las elecciones, que, por supuesto, será en 20 días. No parece probable que se cumpla el plazo. ¿Cómo lee eso? ¿Qué significa eso?
Bright: Eso es imprudente. Es absolutamente imprudente. El presidente de EE UU debe mantenerse completamente al margen de cualquier desarrollo y proceso asociado con el desarrollo de un fármaco, una vacuna o una prueba diagnóstica.
Kelly: ¿Qué es imprudente? ¿Ud. se refiere a la presión política para conseguir una vacuna, para apresurarla?
Bright: Presionar demasiado, adelantarse a la ciencia. Puedo garantizarle que tenemos mil o más científicos realmente buenos y con mucha experiencia en el gobierno y la FDA, CDC, NIH y BARDA que trabajan día y noche, haciendo todo lo posible para tener vacuna y un medicamento disponibles lo más rápidamente posible. Tenemos 10 veces más que otros…
Kelly: Pero la presión política no ha prevalecido. Quiero decir, en esto el presidente no se ha salido con la suya. No parece que vayamos a entregar una vacuna a los estadounidenses el día de las elecciones.
Bright: No confiaría en eso en este momento. No me sorprendería si el presidente Trump o el secretario Azar intentaran usar su autoridad para aprovechar cualquier oportunidad que se les presente entre ahora y las elecciones, y aprobaran u otorgaran alguna autorización especial para que se puedan utilizar o para que se considere su utilización. En este momento, los científicos de la FDA se encuentran bajo una presión enorme para proponer las mejores guías y evaluar la seguridad de una vacuna.
Preferirían recibir la vacuna más temprano que tarde, pero no están dispuestos a comprometer la evaluación de seguridad de esa vacuna que se aplicaría a personas sanas para prevenir enfermedades. Pero se enfrentan a los insultos, a la denigración, y a la presión política del presidente sobre el comisionado [director de la FDA] y sobre los científicos de carrera para romper ese protocolo. Y le aseguro que se resisten todos los días. Y es desmoralizante. Es una distracción. La presión y la atención que el presidente está poniendo sobre estos científicos, que son muy trabajadores, podría provocar más retrasos en la comercialización de la vacuna.
Kelly: ¿Cómo provoca más retrasos? Porque hay que invertir mucho tiempo y energía en gestionar las prioridades políticas ¿es eso lo que está diciendo?
Bright: Exactamente. Es muy frustrante. Es muy desmoralizante. Distrae mucho. Y la presión que reciben para ir más rápido, para hacer las cosas según el capricho o la directiva del presidente de EE UU, especialmente si el comisionado de la FDA permite que esa presión afecte a los científicos de carrera, es simplemente estresante. Es una distracción. Esa presión adicional podría ocasionar errores, podría provocar a que alguien cometa un error cuando debería concentrarse en revisar los datos diariamente.
Kelly: Como alguien que ha estado en primera línea de los esfuerzos del gobierno para desarrollar una vacuna, ¿qué tan seguro está de que cuando se entregue una al pueblo estadounidense, será segura, y deberíamos utilizarla?
Bright: Lo que me anima es la cantidad de acercamientos distintos que se están utilizando hoy en día para hacer una vacuna, no tiene precedentes en ningún sentido. Y, de hecho, trabajo muy de cerca con muchas de esas empresas, sus líderes y los científicos que fabrican esas vacunas. Tengo mucha confianza en que lo están haciendo lo mejor que pueden, y analizando todos los factores, y sé que los científicos del gobierno están haciendo lo mismo. Tengo confianza en que harán lo correcto, hablarán a pesar de que perjudiquen sus propias carreras y no tendrán en cuenta todo lo que les puede pasar. Van a hacer todo lo posible para evitar que el presidente y las presiones políticas hagan algo que dañará a los estadounidenses.
Kelly: Rick Bright, gracias.
Bright: Gracias.
Kelly: Ese es el científico que investiga de vacunas, Rick Bright, quien ha abandonado sus funciones de liderazgo en el gobierno federal.