La carrera para desarrollar nuevas vacunas contra el covid-19 ha aportado una nueva tecnología que podría ser revolucionaria: las vacunas basadas en ARNm. En los lugares en los que están disponibles, estas vacunas pueden salvar vidas y retrasar la transmisión, sin embargo, demasiadas personas se quedan rezagadas esperando tener acceso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y muchos otros países están considerando la posibilidad de ampliar la fabricación de vacunas con los productores existentes (por ejemplo, con fabricantes como BioVac y el Instituto Pasteur Dakar) a través de iniciativas como el Centro de Transferencia de Tecnología de Vacunas de ARNm covid-19 de la OMS (WHO COVID-19 mRNA Vaccine Technology Transfer Hub).
Además de los fabricantes de vacunas, hay plantas de producción de inyectables con un nivel de calidad garantizada, que podrían ser útiles para aumentar la capacidad de producción de vacunas y/o de sus ingredientes farmacéuticos activos. Por ejemplo, establecer un solo centro de producción de vacunas de ARNm en algún país africano podría tomar aproximadamente 10 meses y aumentaría la capacidad de producción anual de vacunas covid-19 en hasta 100 millones de dosis para abastecer a una de las regiones más afectadas por la escasez. Los fabricantes, los gobiernos y la OMS deberían trabajar para garantizar el éxito de este centro y utilizar la capacidad de producción adicional que los productores de inyectables pueden ofrecer para ayudar a proveer las dosis de vacunas de ARNm que aún se necesitan con urgencia para contribuir a proteger a millones de personas del covid-19.
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