Tal como prometió en febrero, Teva Pharmaceuticals ha pedido al Tribunal Supremo de EE.UU. que anule la pérdida de US$235 millones que sufrió en su larga disputa con GSK por la patente de Coreg, el medicamento de GSK para el corazón [1]. Salud y Fármacos publicó una nota sobre las etiquetas reducidas en mayo de 2022 [2].
En EE UU, se ha permitido que cuando un medicamento va perdiendo las patentes para algunas, pero no todas sus indicaciones, las empresas de genéricos comercialicen ese producto para las indicaciones que han perdido la patente y para ello utilizan las etiquetas reducidas o simplificadas.
En este caso, Teva comercializó su genérico para dos de las tres indicaciones en 2007. Cuatro años después, la FDA pidió a Teva que añadiera la tercera indicación del medicamento: para la insuficiencia cardíaca congestiva, a pesar de que GSK tenía una patente para ese uso hasta 2015. GSK presentó una demanda en 2014, alegando que Teva indujo a los médicos a recetar su imitador para la insuficiencia cardíaca congestiva, mientras que Teva argumentó que simplemente estaba siguiendo las instrucciones de la FDA.
En 2017, un jurado se puso de parte de GSK y condenó a Teva a pagar US$235 millones. Teva logró que un tribunal de distrito anulara el veredicto, pero un tribunal de apelaciones revocó ese fallo.
Ahora Teva dice que la decisión a favor de GSK amenaza el mecanismo establecido por el Congreso y constituye un escollo importante para promover la competencia de genéricos. Según Teva, el 50% de los genéricos se comercializan con etiquetas “reducidas o simplificadas”.
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