Un estudio con financiamiento público, publicado en 2022, usó los datos de una organización de EE UU que provee atención médica para investigar la asociación entre el uso simultáneo de un anticoagulante de acción directa + diltiazem (bloqueador del canal de calcio) y el riesgo de hemorragias graves [1]. El diltiazem es un inhibidor de la glucoproteína P y, por tanto, puede causar una exposición excesiva a los sustratos de la glucoproteína P, como el apixabán (Eliquis), el edoxabán (Lixiana), el rivaroxabán (Xarelto) y el dabigatrán (Pradaxa) [2]. El diltiazem también inhibe la isoenzima CYP3A4 del citocromo P 450, lo que puede provocar una exposición excesiva a los medicamentos que son metabolizados por esta isoenzima, como el apixabán y el rivaroxabán [2].
Este estudio incluyó a 4544 adultos con fibrilación auricular que recibieron una prescripción para un anticoagulante de acción directa por primera vez entre 2019 y 2020: en 2373 casos, fue de apixabán; en 1583 casos de rivaroxabán; y en 588 casos de dabigatrán. La mitad de los pacientes recibió seguimiento durante más de seis meses tras el inicio del tratamiento con el anticoagulante.
El 15% de los pacientes estaba tomando diltiazem al inicio del tratamiento con el anticoagulante de acción directa. Un 5% adicional empezó a tomar diltiazem durante el período de seguimiento.
En los pacientes que tomaban rivaroxabán, el uso simultáneo de diltiazem casi duplicó el riesgo de padecer hemorragias graves (por ejemplo, hemorragia intracraneal): razón de riesgos ajustada (aHR) 2,1; intervalo de confianza 95% (IC95) 1,0-4,2. En los pacientes que tomaban apixabán, el uso simultáneo de diltiazem casi triplicó este riesgo (aHR 3,1: IC95 1,5-3,3).
El resultado del grupo de quienes tomaban dabigatrán, que era mucho más pequeño, es demasiado impreciso (IC95 0,03-2,00) para determinar si también acarrea este riesgo.
En el 86% de los casos, las dosis de los anticoagulantes de acción directa que recibieron los pacientes eran las que se recomiendan en la información completa para la prescripción que está disponible en EE UU, tomando en cuenta la función renal de los pacientes.
A comienzos de 2023, en Francia y Europa, los RCP de las especialidades farmacéuticas que contenían diltiazem, edoxabán o rivaroxabán no mencionaban el riesgo de interacción entre estos anticoagulantes y el diltiazem. Los del apixabán describían una interacción débil, ya que el diltiazem no se considera un inhibidor potente de la isoenzima CYP3A4 o de la glucoproteína P [2-4].
En la práctica, la potencia de un inhibidor enzimático es un concepto relativo. Si un paciente está tomando un anticoagulante de acción directa, como apixabán o rivaroxabán, se debe ejercer precaución cuando se considera añadir diltiazem o cualquier otro inhibidor enzimático, sobre todo debido a que no se puede evaluar el nivel de anticoagulación usando la INR, como sucede con los antagonistas de la vitamina K.
Referencias