Infobae publica un reportaje sobre una entrevista realizada a Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, sobre cómo la planta VIDA impulsa la soberanía sanitaria en Argentina con tecnología avanzada y producción de vacunas, así como su enfoque en la protección de nuevas creaciones mediante patentes.
La inauguración de la planta biotecnológica VIDA por parte de Laboratorios Richmond representa un avance significativo en la industria farmacéutica de Argentina, con el objetivo de garantizar la soberanía sanitaria del país. Este establecimiento, que se destaca por su modernidad y tecnología de punta, está diseñado para producir vacunas, medicamentos biotecnológicos, insulinas y anticuerpos monoclonales, atendiendo tanto la demanda local como internacional.
Con una superficie de 11.000 metros cuadrados, la planta no solo busca fomentar la investigación local, sino también transformar las ideas de los científicos argentinos en procesos industriales viables, lo que permitirá reducir costos y acelerar el desarrollo de nuevas terapias. Richmond ha realizado inversiones en infraestructura y ha establecido alianzas estratégicas con organizaciones internacionales para asegurar estándares de calidad y ampliar su alcance global.
La planta VIDA tiene la capacidad de fabricar hasta 500 millones de dosis anuales de vacunas, con un enfoque en la producción que se adapte a las fluctuaciones del mercado. La validación ante organismos regulatorios como la FDA y la EMA está en curso, lo que posicionará a la planta como un referente en el ámbito nacional e internacional.
El proyecto también se fundamenta en la creencia de que la inversión en ciencia es esencial para el desarrollo sostenible. Además de ofrecer soluciones para el sector salud, la planta contribuirá al crecimiento de la industria biotecnológica, generando empleo y apoyando a investigadores locales.
Laboratorios Richmond, a través de su compromiso con la innovación y la colaboración internacional, busca diversificar su portafolio y atender necesidades sanitarias emergentes, demostrando que es posible alcanzar la independencia tecnológica y ser competitivos a nivel global. El proyecto VIDA no solo promete transformar la industria farmacéutica en Latinoamérica, sino que también abre oportunidades para la comercialización internacional, contribuyendo al desarrollo económico del país.
En palabras de Figueiras, “más patentes, más ciencia y más investigación son claves para superar las crisis recurrentes que atravesamos y construir un futuro más prometedor”.