Estrategias para reducir los costes farmacéuticos de los hospitales (Modelling strategies for reducing pharmaceutical costs in hospitals) | |
Macintyre CR, Sindhusake D y Rubin G. International Journal for Quality in Health Care 2001; 13(1):63-69 |
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En Australia como en muchos países después de los salarios los medicamentos constituyen los costes más altos de los hospitales. Este trabajo examine a través de modelos estadísticos estrategias para reducir los costos de farmacia. El hospital estudiado está en Sydney, tiene 690 camas, y ya había hecho esfuerzos importantes para reducir los gastos por medicamentos comprando a los precios más baratos que ofrecía el mercado, contratando asesores, e incluso considerando la posibilidad de que los pacientes compraran sus propios medicamentos. Los autores analizan los factores que determinan los gastos por medicamentos: el precio de las medicinas, que como se ha dicho ya no se podía rebajar, el tipo de enfermedad y su severidad que son factores sobre los cuales no se puede hacer nada, controlando la administración de los medicamentos excepcionalmente costosos, actividad que ya hacía el hospital, y que los investigadores descubrieron solo representaba por su escaso volumen un porcentaje pequeño de los gastos, y finalmente cambiando la práctica prescriptiva. Se analizaron las prescripciones y los diagnósticos, procedimientos, días de estancia hospitalaria, características demográficas de los pacientes, gastos, y otra información hospitalaria durante un mes en 1998 o un total de 25.313 pacientes. Por medio de regresiones múltiples identificaron los determinantes (predictors) de costes de medicamentos por paciente. Se hizo también un análisis de los ahorros que se podrían conseguir reduciendo en un 20% cada grupo de medicamentos, y los resultados descubrieron que los mayores ahorros se obtendrían reduciendo el uso de los antibióticos. Los autores indican que los antibióticos son los medicamentos que más se prescriben en el hospital en todas las especialidades del hospital y en todos los niveles clínicos (se recetaron antibióticos al 42% de los pacientes con un costo anual de Aus$200.000), y sugieren que es probablemente en donde hay más posibilidades de que algunas prescripciones sean inadecuadas por las grandes variaciones que se observan en su prescripción. Los investigadores concluyen que la forma de conseguir ahorros en los gastos de medicamentos es mejorando la prescripción y sugieren el uso de sistemas computarizados de ayuda en las decisiones de la práctica clínica como se hace en la Gran Bretaña y en Holanda. En la Gran Bretaña se ha utilizado el programa Prodigy que ofrece sugerencias a los médicos generales en la selección de medicamentos y es eficiente. El sistema de apoyo para las decisiones sobre el uso de antibióticos que se ha desarrollado en un hospital de los EE.UU. también parece tener éxito: ha reducido gastos, ha reducido errores en la prescripción, y las reacciones adversas. Los autores insisten en la necesidad de estudiar sistemáticamente los hábitos prescriptivos de los médicos para mejorar la calidad de la atención y reducir gastos. Pienso que los administradores latinoamericanos que tienen interés en reformar los sistemas de salud y reducir gastos deben seguir este consejo antes de empezar a hacer cambios inspirados por el neoliberalismo que de momento no han servido más que para gastar los préstamos del Banco Mundial y seguir endeudando a los países.
Antonio Ugalde
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