Nuestro logo muestra como la mayor parte de los medicamentos se descubren y producen en los países del Norte y representan un gasto creciente para los países del Sur. El incremento constante de sus precios se traduce en falta de acceso a medicamentos que salvan vidas y desvía cantidades crecientes de recursos que se deberían emplear para impulsar el desarrollo de nuestros pueblos. Hay que lograr un equilibrio sano entre los precios y el acceso a los medicamentos necesarios, evitando el sobreconsumo.
Los medicamentos necesarios para la salud y la vida son bienes públicos globales, y deberían ser accesibles a quienes los necesitan. Los gobiernos deberían emprender todas las iniciativas necesarias para facilitar el acceso y por su uso racional, blindado de intereses de consumo inadecuado, propios de la dinámica de mercado en la que actualmente están inmersos.