Se puede ver un video en inglés en:http://: https://www.washingtonpost.com/video/politics/fact-checker/hydroxychloroquines-false-hope-how-an-obscure-drug-became-a-coronavirus-cure–the-fact-checker/2020/04/13/f3fd3bea-62f5-4b75-add0-689113ff305c_video.html
La atención a la (hidroxi) cloroquina (HCQ) como posible tratamiento para COVID-19 se ha convertido en un problema grave:
– La evidencia sobre su utilidad es muy débil; el estudio original tiene varios problemas
– Este medicamento esencial ahora es muy difícil de conseguir, porque todos lo quieren; su precio ha subido
– Esto pone en peligro a los pacientes que realmente lo necesitan (para tratar el lupus, la artritis reumatoide, o ciertos tipos de malaria)
– Su eficacia es dudosa, pero sus efectos secundarios son reales: las personas que toman HCQ o cloroquina (CQ) sin una recomendación médica adecuada corren el riesgo de sufrir efectos secundarios de tipo cardíaco graves (prolongación del intervalo QT)
– Se han difundido noticias falsas, especialmente después de que el presidente Trump recomendara su uso durante las conferencias de prensa nacionales
– Los sitios web que difunden la evidencia científica correcta se ignoran o no se les presta atención
– Algunos gobiernos incluso están tratando de iniciar la producción local en África.
Cómo se extendió la falsa esperanza sobre la hidroxicloroquina para tratar el covid-19, y sus consecuencias
Elyse Samuels y Meg Kelly
Washington Post, 13 de abril de 2020
https://www.washingtonpost.com/politics/2020/04/13/how-false-hope-spread-about-hydroxychloroquine-its-consequences/
Traducido por Salud y Fármacos
“Pero por lo que veo, creo que podría cambiar completamente las cosas”.
– El presidente Trump, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, 19 de marzo de 2020
“Hidroxicloroquina: no lo sé, parece que está dando buenos resultados. Sería fenomenal”.
– Trump, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, 3 de abril
“¿Qué tienes que perder? Lo repetiré: ¿qué tienes que perder? Tómalo. Realmente creo que deberían tomarlo”.
– Trump, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, 4 de abril
“Es un medicamento muy efectivo contra la malaria. Y hay indicios de que funciona en esto. Hay indicios muy fuertes”.
– Trump, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, 5 de abril
El mundo espera las respuestas a la búsqueda de un tratamiento para covid-19, la enfermedad que causa el nuevo coronavirus, que ya se ha cobrado más de 100.000 vidas en todo el mundo. El presidente Trump ha promocionado repetidamente, como solución muy necesaria, los medicamentos antipalúdicos: hidroxicloroquina y cloroquina.
Antes de que Trump comenzara a hablar sobre los medicamentos, estudios realizados en el extranjero habían despertado interés en ellos como una posible cura. Estas noticias se difundieron rápidamente a través del Internet, los medios de comunicación y la Casa Blanca.
Desde entonces, los científicos han señalado que los estudios originales tienen problemas graves y dicen que faltan datos confiables sobre estos medicamentos. Los expertos advierten sobre las peligrosas consecuencias de sobre promocionar un medicamento con eficacia desconocida:
Ya hay escasez de hidroxicloroquina, impidiendo que los pacientes con lupus y artritis reumatoide puedan acceder a ella. Los médicos dicen que algunos pacientes podrían morir a causa de los efectos secundarios. Al concentrarse tanto es esta opción, se podrían pasar por alto otros posibles tratamientos para covid-19.
El equipo de video de Fact Checker ha reconstruido cómo se extendió la noticia en línea e ilustra las preocupantes consecuencias de promover esa esperanza engañosa en los medicamentos.
Los hechos
A fines de enero, en China se empezó a hablar de la hidroxicloroquina y la cloroquina como posibles tratamientos para covid-19. Según Kate Starbird, del Centro para un Público Informado de la Universidad de Washington, los tuits de los medios de comunicación, incluyendo los medios oficiales chinos, y los inversores destacaron estudios previos que habían investigado a estos medicamentos como tratamientos del síndrome respiratorio agudo grave (SARS). (Los ensayos de 2005 nunca llegaron a hacerse en humanos). También señalaron las declaraciones del centro de investigación de coronavirus en Wuhan, China, sugiriendo que se podrían usar para combatir el covid-19.
Renée DiResta, gerente de investigación técnica en el Observatorio de Internet de Stanford, en febrero, identificó tendencias similares en Facebook e Instagram. El número total de publicaciones e interacciones aumentó, y la especulación en Internet salió de China y llegó a Nigeria, Vietnam y Francia.
A finales de febrero y principios de marzo, una gran parte de la actividad en línea estaba en francés y se centraba en un estudio publicado por el investigador y médico francés Didier Raoult.
Su propagación en EE. UU.
Los hallazgos de Raoult contribuyeron a que la teoría llegara a Estados Unidos. Sin embargo, los científicos han desacreditado el ensayo, señalando fallas importantes en su implementación. El 3 de abril, la revista que publicó el estudio anunció que no cumplía con sus estándares.
Sin embargo, antes de que se aclarara la situación, la hipótesis se extendió rápidamente a través de las redes sociales de EE. UU. Fact Checker se abstuvo de establecer vínculos con las publicaciones originales para no dar más importancia a la información engañosa.
Según Starbird, los primeros tuits que más se distribuyeron fueron los que Paul Sperry, un autor muy conservador, envió el 9 y 11 de marzo. El 13 de marzo, James Todaro, un inversor en blockchain, tuiteó un enlace a un documento de Google sobre la posible cura que había escrito con Gregory Rigano. El 16 de marzo, el presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, retuiteó el documento de Google y escribió: “Quizás valga la pena considerar la cloroquina para C19”.
La investigación mal hecha apareció en Gateway Pundit, Breitbart y Blaze. Finalmente, el 16 de marzo llegó a Fox News, y surgió por primera vez en el programa de Laura Ingraham. Los programas de Fox News que presentan Sean Hannity y Tucker Carlson empezaron a promover los medicamentos y siguen haciéndolo.
Trump mencionó por primera vez la hidroxicloroquina en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 19 de marzo. Según el análisis de DiResta, la semana siguiente, la distribución del mensaje alcanzó cifras máximas en EE. UU., alcanzando las 101.844 publicaciones en Facebook. Starbird informa que la primera mención de Trump atrajo mucha atención al tema, y a fines de marzo se estaban enviando decenas de miles de tuits por hora.
Los datos de Brandwatch, una compañía de inteligencia que se dedica al consumo digital, así como de DiResta y Starbird, muestran que el número total de menciones a la hidroxicloroquina y cloroquina aumentó a fines de marzo y principios de abril.
El 18 de febrero de 2020 se mencionó a la hidroxicloroquina 500 veces en las redes sociales, el 6 de abril de 2020 hubo 87.407 menciones. Ver figura
https://chartable-images.edapps.nile.works/chartable/5e934e94d1d0f100293184a2/latest.svg?
A fines de marzo, Trump y sus aliados, incluyendo su hijo Donald Trump Jr. y su abogado personal Rudolph W. Giuliani, enviaron tuits sobre los medicamentos. Según los datos de Brandwatch, estas publicaciones lograron el mayor porcentaje de alcance, alcanzando los picos más agudos de menciones en las redes sociales en línea.
Trump volvió a hablar sobre los medicamentos durante las conferencias de prensa del 3, 4 y 5 de abril. Las menciones en Twitter se dispararon el 6 de abril.
La ciencia
Mientras proliferaba la atención a estos medicamentos, tanto en línea, como en los medios y por parte del presidente, los científicos dicen que solo hay “evidencia anecdótica” sobre los mismos. Para un laico, eso podría no sonar mal, pero entre la comunidad científica es un insulto.
Cuando se dice que hay evidencia anecdótica significa que hay historias personales sobre el consumo de estos medicamentos y no hay una base científica. Es similar a una reseña en Yelp. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y miembro del grupo de trabajo sobre coronavirus de Trump, ha dicho constantemente que no hay evidencia suficiente que respalde a estos medicamentos como tratamientos viables para covid-19.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en 2005, analizaron si estos medicamentos eran útiles para tratar el SARS. Mostraron tener efecto antiviral en los cultivos celulares. Sin embargo, en los estudios en ratones no funcionaron. Según David Boulware, profesor de medicina en la Universidad de Minnesota, “esto es una pequeña señal de alerta”. Además, “no fue un ensayo clínico y no se estudió el efecto de la cloroquina en los humanos”, según un portavoz de los CDC.
Boulware está haciendo un ensayo clínico sobre el uso de hidroxicloroquina para la prevención o el tratamiento temprano de covid-19 en humanos, pero dice que es demasiado pronto para saber si el medicamento funciona.
“Ese es nuestro objetivo, identificar lo más rápidamente posible si esto realmente funciona o no. Porque ahora hay mucho bullicio al respecto”, dijo Boulware. “Pero tenemos muy poca evidencia de que aporten beneficios clínicos, lo cual no es bueno cuando es algo que se está promocionado tanto. Probablemente, detrás de estas afirmaciones deberíamos tener algunos datos y algo de ciencia”.
La Organización Mundial de la Salud, los laboratorios universitarios y los gobiernos de todo el mundo están realizando ensayos clínicos de mayor tamaño con hidroxicloroquina y cloroquina para el tratamiento de covid-19.
Cuando el 20 de febrero los periodistas preguntaron a Janet Díaz, de la OMS, si la cloroquina era una posible cura para el covid-19, ella les respondió que la organización estaba priorizando otras terapias:
“En este momento no tenemos pruebas de que la cloroquina sea un tratamiento efectivo. Recomendamos que la terapia se pruebe en ensayos clínicos aprobados éticamente para ver si es eficaz y segura”. Unas semanas después, tanto la cloroquina como la hidroxicloroquina se incluyeron en un mega ensayo patrocinado por la OMS. El 29 de marzo, la FDA emitió una aprobación urgente (AU) para que se pudieran distribuir millones de dosis a hospitales de todo el país.
Un portavoz de la FDA dijo a Fact Checker en un Email “Al evaluar los criterios para que la FDA emita una AU, se determinó, en base a la evidencia científica disponible, que es razonable pensar que estos medicamentos podrían ser efectivos en el tratamiento de COVID-19 y que, dado que no hay tratamientos alternativos adecuados, aprobados o disponibles, sus posibles beneficios para tratar este virus grave o potencialmente mortal superan los riesgos conocidos y potenciales, cuando se usan en las condiciones descritas en la AU”.
Luciana Borio, ex directora del programa de preparación médica y de biodefensa del Consejo de Seguridad Nacional, criticó el anuncio que hizo la FDA sobre la AU y solicitó que se hiciera un ensayo clínico aleatorizado con los medicamentos.
“Creo que fue un mal uso de la autoridad que tiene la FDA para emitir AUs, porque da a entender que el gobierno apoya el tratamiento, y es frecuente que la gente lo equipare con una aprobación”, dijo Borio.
Al preguntar si alguno de los estudios que se han completado ha proporcionado evidencia sustancial de que los beneficios de los medicamentos superan los riesgos, Borio respondió: “En absoluto. No se realizó ningún estudio que permitiera llegar a esa conclusión”.
Las consecuencias
La hidroxicloroquina y la cloroquina se utilizan frecuentemente para tratar a pacientes con lupus, artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes. Al hablarse tanto de los medicamentos, a la gente que los usaba les entró pánico, y los médicos y los pacientes corrieron a comprarlos en las farmacias, provocando una gran escasez de los medicamentos. Consecuentemente, algunos pacientes han informado que no pueden acceder al medicamento que necesitan.
También hay efectos secundarios potencialmente fatales, como muerte cardíaca súbita, por tomar el medicamento sin la supervisión adecuada de un médico. La conversación sobre los medicamentos elude con frecuencia estos efectos secundarios que son peligrosos aunque raros.
Además, ha habido personas que tras mucho escuchar sobre su efectividad para prevenir el covid-19, por error, han consumido otros medicamentos cuyos nombres sonaban como hidroxicloroquina. Un hombre en Arizona murió después de tomar fosfato de cloroquina, un medicamento que suena similar a la cloroquina pero que se usa para limpiar las peceras.
Los expertos advierten sobre los peligros de concentrarse demasiado en un medicamento, en medio de una crisis como la pandemia de coronavirus. Esta atención podría provocar que los investigadores y científicos no se percataran de otros tratamientos prometedores.
“Es importante no poner toda la energía en resolver una sola opción, y seguir analizando otros medicamentos conocidos”, dijo Katherine Seley-Radtke, profesora de química y bioquímica de la Universidad de Maryland, en el condado de Baltimore.
La Casa Blanca no respondió a nuestras preguntas.
La prueba de Pinocho
En el transcurso de solo unas pocas semanas, las publicaciones en línea, los medios de comunicación y los políticos convirtieron a la cloroquina, un medicamento desconocido, en una “cura 100% efectiva contra el coronavirus”, engañando al público sobre su efectividad y, sin pretenderlo, engendrando consecuencias negativas.
La hidroxicloroquina y la cloroquina no cuentan con evidencia científica confiable que respalde su efecividad en el tratamiento de covid-19. En una pandemia, es importante que todos sigan las recomendaciones de los científicos. Los rumores que circulan en Internet son la fuente de información menos confiable. Y los políticos no están calificados para proporcionar asesoramiento científico, a pesar de sus mejores intenciones.
Especialmente, los comentarios incorrectos de Trump sobre los medicamentos y la defensa que ha hecho de su uso, en base evidencia mínima y endeble, son un mal ejemplo. Su defensa de este tratamiento no probado proporciona una esperanza potencialmente falsa y ha ocasionado que las personas que dependen de estos medicamentos no puedan adquirirlos.
El presidente se merece Cuatro Pinochos.
(The Washington Post)
En la clasificación del Washington Post, Cuatro Pinochos significa que es una enorme mentira